Joan Fontcuberta. Deletrix

Esteticista, unidimensional, breve. Con estos tres adjetivos podríamos dejar sentenciada la exposición que cuelga en el balcón del Arts Santa Monica. ¿De qué va? De la censura. Joan Fontcuberta y el PEN Catalán se han aliado para mostrar un trabajo en curso de este fotógrafo y mistificador –gran valor artístico de nuestro país– que se ha dedicado a recoger imágenes de libros de antes del siglo XIX donde aparecen páginas rayadas o borradas por mor de la censura. Pero diablos, Juan, mira que hay ejemplos y variantes de censura, y vas tú y deslizas sobre la estética preciosista del papel viejo con restos de tinta. Como bien dices, "gestos de agresión –innecesario , inútiles– filtrados por el tiempo: remitiendo a la plasticidad de un Pollock, un Tapies o un Mathieu. Redime la estética, ¿la violencia?".

La censura ha dado muchos disgustos. O sea, desde que hay lenguaje hay control del lenguaje. La comunicación se trafico de ideas, como bien descubrió el antiguo director de este centro, Vicenç Altaió. Sin embargo, el primer libro impreso fue La Biblia... Hasta no hace muchos años, un católico sólo podía acceder con permiso del confesor.

La comunicación es una arma. Los juegos de Fontcuberta ya los hacían en la primera Unión Soviética con consecuencias devastadoras. Y aún hay palabras tabú en la television. A la censura, en el mundo latino, se le llama Anastasia, se supone que en homenaje al papa Anastasio, del siglo IV, el primero en prohibir una serie de textos religiosos.

Fontcuberta muestra algunos volúmenes de la Universidad de Salamanca, en especial los que tienen por autor Erasmo de Rotterdam. Me pregunto por qué borran unos párrafos y otros no.¿ Y por qué no queman el libro entero ?

Por otra parte, y perdonad la frivolidad, es una delicia ver ampliadas paginas con tipografías humanísticas, diseñadas a Venecia y Francia, con maquetas impecables... Me hacen pensar en la época de la aviación como lujo y los actuales vuelos 'low cost'. Hay una cierta aristocracia del espíritu que se pierde a medida que nos volvemos prácticos. ¿Sabíais que el papel anterior a 1840 está hecho con trapos de nuestros antepasados ? La historia descansa escrita sobre los despojos de la historia, pura antropofagia.

Si no fuera por el hierro de las tintas antiguas, ahora mismo podríamos eliminar las rayas que esconden los textos prohibidos. Es el tiempo, y no la ideología, el mas temible censor.