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Marilyn Monroe i Philippe Halsman, 1954.
© Philippe Halsman Archive / Magnum PhotosMarilyn Monroe i Philippe Halsman, 1954.

'¡Sorpréndeme!': Philippe Halsman en CaixaForum

Caixaforum presenta una retrospectiva con los retratos, puestas en escena y performances del fotógrafo que firmó un centenar de portadas de la revista LIFE

Escrito por
Eugènia Sendra
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Muhammad Ali protegiéndose la cara con los guantes. La conversación entre Hitchcock y Truffaut. La fantasía surrealista de Dalí Atomicus. Marilyn posando para la que sería su primera portada de LIFE y Albert Einstein, en primer plano y cabizbajo, después de revelar los efectos de la bomba nuclear. Quien capturó estas imágenes icónicas del siglo XX es Philip Halsman (Riga, 1906 – Nueva York, 1979), un creador que reivindicó la fotografía y estiró sus límites. “La fotografía es la forma artística más joven. Todos los esfuerzos por expandir sus fronteras son importantes y se han de fomentar”, escribía a finales de los años 60 en el texto Focus on myself.

Formado como ingeniero, la carrera de Halsman empezó en París, donde trabajó para revistas como 'Vogue' y 'Vu', haciendo reportajes de moda y los primeros retratos a celebridades (Chagal, Malraux, Le Corbusier). El zenit le llegaría en Estados Unidos, con encargos para revistas –firmó un centenar de portadas de LIFE– que le abrieron las puertas a los grandes nombres de la escena cultural y la política del momento; también afrontó el ascenso de la televisión y la publicidad, y el retroceso de la prensa escrita, que combatió con ingenio y una gran destreza técnica. Los diferentes objetos fotográficos realizados por Halsman a lo largo de 40 años de trayectoria son protagonistas de la retrospectiva '¡Sorpréndeme!', una producción del Elysée Lausanne que llega al CaixaForum después de pasar por el Jeu de Paume de París.

Musée de l’Elysée © 2016 Philippe Halsman Archive / Magnum Photos

Retrato de Alfred Hitchcock para la promoción de la película 'The Birds'.
Musée de l’Elysée © 2016 Philippe Halsman Archive / Magnum Photos


L
a exposición permitedescubrir imágenes célebres y piezas inéditas, como hojas de contacto y fotomontajes originales cedidos por el fondo Halsman. “El período parisino es el más desconocido, y se pueden encontrar todas las direcciones que Halsman explorará a lo largo de su carrera”, explica la comisaria de la muestra, Anne Lacoste. Por ejemplo las tomas bajo el agua del espectáculo del 'Club des scaphandres et la vie sous l’eau' (casi precedente de las performances que harían con Dalí), los fotomontajes (seguirían más tarde, como prueba el retrato del productor teatral David Merrick o el reportaje para promocionar el film 'Los pájaros' de Hitchcock) y retratos brillantes (Lacoste destaca la magnífica toma que Halsman hizo de Ylla, la fotógrafa de animales). El primer Halsman, el que exponía en la galería La Pléiade de París, flirteaba con los postulados de la Nueva Visión; después, con el salto a Nueva York, el fotógrafo giraría hacia el estilo americano, que él mismo describía como “fotografías técnicamente perfectas, claras, precisas, iluminadas, sin ninguna distorsión”.

Musée de l’Elysée © 2016 Philippe Halsman Archive / Magnum Photos

Portada de LIFE con el «salto» de Marilyn Monroe.
Musée de l’Elysée © 2016 Philippe Halsman Archive / Magnum Photos


Hay algo que hace reconocibles las imágenes de Halsman. “La constantees que siempre exploró nuevas maneras de trabajar la fotografía, porque su estilo evolucionó”, resume Lacoste. Del corpus creativo destacan los retratos, un género que planteaba como documento psicológico –“cuanto más sencillo y verdadero, más impactante y emocionante”, decía–. Su cámara descubrió a Marilyn Monroe cuando todavía era una 'starlette', él la convirtió en protagonista de miniseries fotográficas y también le ofreció su primera portada en la revista LIFE. “Marilyn nos sirve para hablar de la evolución de la práctica retratística de Halsman, hay una relación entre su carrera como actriz y la del fotógrafo”, añade la comisaria volviendo a la exposición, donde también se muestran las fotografías de Fernandel (aparecieron publicadas en el libro-revista'The french man'), Audrey Hepburn, Gloria Swanson y Andy Warhol.

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Philippe Halsman Archive © 2016 Philippe Halsman Archive / Magnum Photos

Jean Cocteau, 'El artista multidisciplinar'.
Philippe Halsman Archive © 2016 Philippe Halsman Archive / Magnum Photos


El
fotógrafo le pidió a Marilyn que colaborara en un proyecto que tenía entre manos; hacía saltar a los modelos –gente de la farándula y personalidades, desde los cómicos Dean Martin y Jerry Lewis hasta los duques de Windsor y Nixon– porque defendía que así se les caía la máscara y salía a la luz su verdadero yo. La técnica del 'jumpology' dio lugar al libro de los saltos, un proyecto que dejaba entrever de nuevo el gusto de Halsman por el humor y la imaginación, características que explotarían en las puestas en escena de los reportajes, para los cuales contaba con la ayuda de su mujer Yvonne, pieza clave a la hora de retocar las fotografías. Entre las más brillantes y alocadas, los proyectos con Salvador Dalí y la superproducción para promocionar el film 'L’aigle à deux têtes' de Jean Cocteau. El versátil Cocteau –tal como lo retrató Halsman– le preguntó a Serge Diaghilev qué podían hacer para colaborar. El bailarín respondió con un elocuente “¡sorpréndeme!”.

Geniales
Archives Philippe Halsman © 2016 Philippe Halsman Archive / Magnum Photos Image Rights of Salvador Dali reserved: Fundacio Gala-Savador Dali, Figueres, 2016

Geniales

Salvador Dalí en el programa de televisión The Morning Show, de CBS-TV. Archives Philippe Halsman © 2016 Philippe Halsman Archive / Magnum Photos Image Rights of Salvador Dali reserved: Fundacio Gala-Savador Dali, Figueres, 2016

Se conocieron en 1941 y Halsman fotografió a Dalí hasta 1978. De su relación de complicidad –ocupa una sección entera de la exposición– surgieron piezas delirantes, como ‘Dalí Atomicus’ (1948) y la ‘Light sculpture’ (1950), una ‘performance’ sugerida por el pintor para superar el retrato que Gjon Mili había hecho de Picasso dibujando un buey. Más tarde, y durante dos años, los bigotes de Dalí serían los protagonistas de la sesión que acabaría con el libro-revista ‘Dalí’s mustache’. “Al pintor no le gustó la imagen de la leche explotando sobre su rostro”, dice Anne Lacoste.

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