Los mejores brewpubs de Barcelona

¿Cuántas veces habéis escuchado que “la cerveza artesana es el nuevo gin-tonic”? Pues ya basta. Mucho más que una moda pasajera, la birra artesana ha venido para quedarse. También gigantes como Moritz se han subido al carro de la artesana habilitando en sus instalaciones de Sant Antoni un espacio, el Moritz Beer Lab donde experimentan con nuevas recetas como su Red IPA.

En poco más de un año, hasta ocho brewpubs han abierto sus puertas siguiendo los pasos de la pionera Cervesera Artesana de Gràcia, donde el desaparecido Steve Huxley empezó a escribir poesía líquida ya hace más de dos décadas.

Muy cerca de su academia, Brew Pub Le Sec os ofrece una experiencia única en cada visita: como disfrutar de una buena IPA con el nombre de uno de sus clientes más fieles (Markeller), de una stout con café en el antiguo tostador que había en el mismo local (La Gimeno) o de una special bitter en recuerdo del maestro Steve (Fucking Bitter). Aunque si todavía no las habéis probado, quizá ya vais tarde: “Cada producción es única en función de los ingredientes y la receta. Cuando una cerveza se acaba, se acaba”, explica Anna Cufí, alma del proyecto.

Por otro lado, en solo unos meses, el proyecto de dos exalumnos de la Steve’s Academy, el Garage Beer Co., ha llegado al 100% de la capacidad de su fábrica. Y no solo por llenar los grifos de su brewpub en el Beerxample, si no también por suministrar sus birras a clientes de nuestra ciudad, Italia, Reino Unido, Suecia y EUA. Después de este éxito, ahora lanzan una campaña de micromecenazgo para ampliar su fábrica. Así que si os animáis, ya sabéis.

A solo cuatro calles, donde la milla de oro de la cerveza deja lugar al lujo, una pequeña fábrica gala resiste. Y lo hace ofreciendo la particular visión que tienen en el Eixample de una bebida eclipsada por su riqueza vitivinícola. Además de platos como las flammkuchen –una especie de pizza fina alsaciana–, en el Maestró podréis entender mejor las bière de garde y sus estilos (rosa, tostada y negra), y disfrutar de cervezas estacionales (de saison) como la de primavera con Sorachi Ace.

Gracias a su frescura y a su aroma con toques de cidronela y eneldo, esta variedad de lúpulo japonés se ha convertido en una de las más habituales a la hora de cocinar cervezas para todos los públicos. Es el caso de la Japanese Tea del BlackLab Brewhouse, una IPA refrescante que muy pronto volverá a la pizarra de la micro más prolífica de la ciudad.

“Durante el primer año, hemos hecho 72 cocciones de unas 30 cervezas diferentes de 600 litros cada una”, asegura su propietario, Matt Boder. Después de hacer cerveza en su casa durante casi una década en Estados Unidos, Matt siguió a su mujer hasta Barcelona. Ambos ser embarcaron en este proyecto en un sitio privilegiado y con una cocina donde destacan especialidades asiáticas y americanas como bánh mi y los belly buns de tocino con pepino, el aperitivo perfecto en las cenas -maridaje que son para llegar temprano. Quién lo iba a decir hace 25 años: cerveza artesana maridada con buena comida. Si Steve levantara la cabeza, seguro que alzaría su vaso y brindaría por su legado. ¡Brindo por ti, fucking maestro!

La apertura del 'brew restaurante’ de los navarros Naparbier ha sido uno de los acontecimientos de la temporada. Pero mucho más allá de sus fermentadores y sus dieciocho tiradores con novedades como la Spring Breaker y la Green Madness IPA y clásicos de la marca como la Back in Black y la Pumpkin Tzar, NaparBcn presenta una oferta difícilmente igualable de cervezas de fermentación espontánea (lámbicas) con unos menús y una carta diseñados por el estrella Michelin Miquel Aldana, y ejecutados por el exBulli y asesor de Sergi Arola Óscar Mateo.

El espacio de cata del ICA, el primer centro de R+D dedicado a la cerveza, cuenta con 40 tiradores de los cuales la mitad salen de su fábrica anexa. El Abirradero pretende recuperar la esencia del emblemático Abrevadero (recomiendan el rabo de toro con cerveza Quadruppel) y “llegar a todo el mundo sirviéndonos de nuestra experiencia como proveedores de materias primas y equipamiento”. “De hecho, en 2015 pasamos de desarrollar tres proyectos a treinta”, explica su administrador Dani Fermun; fabricantes como La Gorda (Riego, 29), el nuevo ‘brewpub’ de Sants, apuestan por su sistema SlowBeer.