[title]
Esta semana, los Standstill hacen sus dos últimos conciertos, en el Apolo, después de diecisiete años de vida ininterrumpida, del hardcore al rock, de hacer giras por media Europa a construir algunos de los espectáculos musicales y escénicos más maravillosos que hemos visto nunca. La banda que ahora forman Enric Montefusco, Ricky Lavado, Ricky Falkner y Piti Elvira ha vivido muchas historias y muchos momentos, resumen de lo que ha sido la escena barcelonesa de los últimos quince años.
1. Agosto del 99, en Sant Feliu de Guíxols. La banda había publicado un EP, 'The tide' (1998), y todo parecía apuntar a que no llegarían a nada. Hicieron algunos conciertos y habían quedado que el de Sant Feliu de Guíxols, de agosto de 1999, sería el último. Pero, contra todo pronóstico, un millar de personas acudieron a escuchar su hardcore rabioso. Ricky Lavado, al día siguiente, se incorporó a la batería.
2. Entra en escena Rodrigo García. En 2001 publican 'Ionic spell' y sus gritos llegan a oídos de Rodrigo García, director de escena diferente, rompedor, vanguardista, que les propone participar en el espectáculo 'A veces me siento tan cansado que hago estas cosas', que se vería ese año el Sitges Teatre Internacional. Montefusco descubrió que se podía vivir del arte de otra manera y que podía hacer subir a escena sus discos.
3. De gira por Europa. En aquella época, a principios del 2000, los Standstill estaban mucho más al norte de los Pirineos que en casa. Alemania, Italia, Bélgica, Inglaterra ... De festival en festival, carretera y manta. En TVE decían que eran la banda de moda. Las condiciones de las giras no eran, ni de lejos, las de los Rolling Stones. Dormían en casas okupadas, en los hogares de los promotores ... Y se cansaron.
4. 2003, la primera crisis. La banda se cansa de tanto correr mundo. Habían sacado 'Memories Collector' (2002), que se editaría incluso en Estados Unidos, y aún publicarían el EP 'The Latest Kiss', último disco en inglés y de hardcore. Ven que lo que está haciendo no les lleva a ninguna parte. Y deciden cambiar al castellano... y de estilo, más cercanos al rock. Pero Rodrigo García vuelve a entrar en escena, con 'Agamenón. Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo ", show que estrenarían en Nápoles. Tal vez les salvó la vida.
5. El primer disco en castellano. El disco se llamaba 'Standstill' (2004), pero sonaba a funeral. Era como una despedida. Tristeza a raudales y ganas de pirarse. Enric se había dado cuenta de que había llegado la hora de ganarse el pan y que sólo se lo podrían ganar con el mercado local, con la gente cantando sus canciones en el sur de los Pirineos
6. 'Vivalaguerra' o la revolución. Pero... hicieron un esfuerzo y nació 'Vivalaguerra' (2006). Abandonan BCore, la discográfica que había confiado en ellos hasta entonces, entró Ricky Falkner como productor y bajista, apostaron por la autoedición a través del sello Buena Suerte y les salió un disco precioso. El tema '1, 2, 3 solo' respira optimismo por todos los lados, a años luz de la oscuridad anterior. 'Mondosonoro' dice que es el mejor disco de la primera década del siglo XXI y paren un show alucinante, '1, 2, 3 ', una gran fiesta musical como nunca habíamos visto aquí.
7. 'Rooom', un mundo aparte. Con 'Adelante Bonaparte' (2010), la banda alcanza un nivel insólito a nivel lírico y musical, a través de una especie de ópera rock, una historia musical, que tendría una excelente plasmación en vivo con el nombre de ' Rooom ', seguramente el espectáculo más ambicioso, atrevido y bestial que ha hecho nunca una banda local. Tres pantallas de vídeo, una realización de primera, emociones a raudales... Irrepetible.
8. La despedida, 'Dentro de la luz'. Nuevo disco, nuevas ideas. Montefusco construye un disco místico, que pone de largo en escena situándonos en una iglesia. Y el proyecto de Standstill es cada vez más el de Montefusco. La banda necesita descansar. Han pasado en poco tiempo de ser los punks que giran por Europa en una furgoneta a convertirse en grupo de culto. Todos tienen proyectos paralelos en cartera. Han sido los reyes de Barcelona. Y lo serán siempre.