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André Téchiné sabe que el deseo mueve el mundo, aunque a veces lo haga a puñetazos. Es interesante que, con la complicidad de Céline Sciamma, que sabe dos o tres cosas ('Tomboy', 'La banda de las chicas') sobre el despertar de la sexualidad de los adolescentes, llegue al deseo a través de la violencia: en definitiva, en el doloroso trance que nos lleva a la edad adulta todo pasa por el lenguaje del cuerpo.
El problema es que la película trabaja esta atractiva idea teórica torpemente, supeditando la lógica naturalista del relato al mensaje que nos quiere transmitir, dejándose distraer por atajos narrativos poco fructíferos. Lejos de la delicadeza de 'Los juncos salvajes', 'Cuando tienes 17 años' sacrifica la verosimilitud de esta relación de atracción-repulsión, puro estallido de testosterona, para retrasar un clímax que adivinamos desde las primeras escenas.