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Un chico vuelve a casa después de haber estado desaparecido durante años. Su madre está emocionada, esperanzada ante la recuperación del hijo perdido. Su tío, en cambio, está inquieto, ya que duda de que el chico sea quien dice ser, y no un impostor. Con esta premisa y con el paisaje frío y pirenaico como telón de fondo, Isa Campo y Isaki Lacuesta plantean un drama familiar que no tarda en convertirse en una película de suspense metafísico.
Sergi López borda el papel del tío malhumorado, Emma Suárez encarna la madre (un papel curiosamente similar al que interpreta en 'Julieta', la última cinta de Pedro Almodóvar) y Àlex Monner hace de chico, demostrando unas capacidades actorales espontáneas, impresionantes. Las interpretaciones, en el punto justo entre la sobriedad y la visceralidad de las emociones que viven los personajes, están en sintonía con el paisaje, que es gélido, pero que a la vez esconde un torrente de pasiones y de traiciones familiares. Monner es el hilo conductor de la película, desbordante en su interpretación tremendamente física y dura ante la cámara.
De hecho, podríamos decir que 'La próxima piel' es, en esencia, una película de cuerpos, de suplantaciones. Con un tono por momentos documental, los directores crean una cinta generosa con el público, ya que mezcla los géneros con inteligencia. En este sentido, consigue tener la tensión de un thriller rural y la emotividad de un melodrama clásico.