Los mejores gin-tonics de Barcelona

Una carta fantástica
Son especialistas en el cóctel que les da nombre, pero con el gin-tonic no se quedan atrás. Disponen de una carta que acumula gin-tonics con perversiones fantásticas. Encontraréis de canela, de arándanos, de café, de grosella... Y el clásico, elaborado con el twist. Lo sirven en vaso de sidra de vidrio tallado marca de la casa. Probad el Gimlet foxtrot, un gin-tonic que baila solo.

La reina madre de los gin-tonics
Los barman del XIX son los maestros del gin-tonic y la parroquia lo sabe. Verlos hacer el twist es un espectáculo. Este fue el primer bar en dedicarse íntegramente a la mayor gloria de la combinación de la ginebra y la tónica y uno de los principales responsables de su fiebre en la ciudad. Ahora, adaptándose a las nuevas normalidades, también ofrece packs de gin-tonics para ser disfrutados en casa.

El gin-tonic que se puede leer
Alguien podría desconfiar al ver el interior. Rojos y negros abalados por un premio nacional de diseño, clientela moderna del Raval y oscuridad premeditada. No os dejéis engañar por la primera impresión. En la barra, como  magníficas y antiguas vedettes, se exhiben veinte marcas de ginebra. Tampoco faltan tónicas Fever Tree, Scweppes y Q-tonic, para que escojáis. Y todo en la nevera, como debe ser. Me pongo exótica y decido pedirme un gin-tonic de Martin Miller's, la ginebra que se destila en Inglaterra y que después se mezcla con agua de Islandia. Me lo sirven con twist de limón y vaso de sidra, como debe ser. Su propietario, Javier Cejas, publicó el primer Gin-tonic que se puede leer en la editorial Morsa.

Especialistas verdaderos
El Bobby Gin es un bar moderno, cómodo y donde se respira alta calidad en todos sus aspectos, incluso en la decoración, donde la barra está hecha de antiguas puertas y la puerta del baño es un armario. Son especialistas en gin-tonics y, por tanto, tienen una selección de marcas premium nacionales e internacionales. Si eres principiante en este placer etílico, déjate aconsejar: ellos sabrán escoger el gin-tonic más adecuado según tus gustos.

En el patio del colegio
Cuando todavía nos parecía que la tónica era amarga, los sobornos se arreglaban con una ramita de regaliz. En el barrio del Congrés, los tratos todavía se hacen con la misma mercadería. El fantástico barman Jordi Reig se inventó un gin-tonic que mezcla la única ginebra con collar de perro, la Bulldog, y una rama de esta planta. No pongáis cara de asco porque sólo desprende un ligero aroma. Si sois más clásicos, pero queréis probar un gin-tonic único, el de cítricos hace llorar de felicidad. Si queréis tomarlo en una de la mesitas de la terraza del Torre Rosa, es posible que se os aparezca la virgen y toda la corte celestial.

¿Los probamos?
Tetería con nombre de isla india con taburetes de madera tallada y mesas decoradas con un 'collage' de imágenes de periódicos y revistas. Tiene una carta muy completa de infusiones, cócteles con alcohol y sin, y todo un apartado dedicado a la bebida que nos ocupa: en sus estanterías podréis leer hasta 40 referencias de ginebras de todo el mundo.

¿Quién se sube después a un tándem?
En esta barra clásica de dorados y madera noble, sirven el gin-tonic de la casa con copa de coñac de cristalería o vaso de sidra, como lo pidáis. Con cinco cubitos y con la naturalidad de alguien que ha venido al mundo para hacer gin-tonics.

Monóculo y bigote
La tentación de entrar con un monóculo y bigote en esta clásica coctelería toma fuerza cada vez que cruzo la puerta. La moqueta del suelo, la entrada de cristales coloreados y los cuadros con motivos equinos contribuyen a la idea de que estoy en un club inglés reservado exclusivamente para socios. Ya que debemos formar parte de un club, que sea en el club, lo digo a la inglesa, de bebedores de 'gin and tonic'. El propietario, Josep Maria Gotarda, es un fanático de esta bebida y ofrece una buena lista. La larga carta de ginebras premium y la variedad de tónicas lo certifica. El clásico gin-tonic lo preparan con twist de limón, pero si alguien necesita exotismo, tienen de haba de tonga, una semilla que recuerda al gusto de la almendra amarga.

Cócteles underground
Escondida en una cafetería, como si fuera un local clandestino, se refugia el Milano, una barra que en poco tiempo se ha convertido en un clásico. El gin-tonic se sirve en vaso de sidra con twist de limón.

Cuando le preguntas a Enric Bartolomé, propietario del TirsaBCN, cómo definiría su coctelería, te esperas un tratado filosófico y te encuentras con una respuesta que descoloca: "Nosotros hacemos siempre la copa correcta". Una definición precisa e inteligente de lo que debe ser un buen cóctel. Este Tirsa es heredero del de L'Hospitalet: misma filosofía y misma carta en un local diferente que defiende "la copa clásica de calidad", desde los Dry Martini hasta unos medio gin-tonics (en vaso) muy populares.