Carles Santos

Pocos músicos tienen la capacidad de sorpresa y de renovación tan activada como la que define la personalidad artística de Carles Santos. Clásico, contemporáneo, transgresor, provocador, surrealista e improvisador, el de Vinaròs es un genio incontestable de nuestro tiempo. Más allá de los encorsetamientos formales de estética y género, su obra se expone sobre un concepto de máxima libertad donde la música, que es esencial, comparte protagonismo con la teatralización y la performance. Forma y fondo se entrecruzan en un discurso sonoro que tan pronto puede ser exquisito como de lo más grosero. Orden y desenfreno, abstracción y poética, surrealismo y naturalidad se vierten en el talento que brota de sus manos encima de un piano sometido al disfrute y el sufrimiento de sus empujes. El debut de Carles Santos en el Jamboree no podía ser mejor reverso para sacudir la memoria de Tete Montoliu en la semana de su 82 cumpleaños.