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Sala Rocksound
Foto: Carla Tramullas Sala Rocksound © Carla Tramullas

Noches de rock'n'roll

¿Hartos de música techno y actitudes indie-pop? En esta lista de bares y clubs sólo encontraréis guitarras –enlatadas o en vivo– gente tatuada y peligrosa y mucha actitud roquera

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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Magic Club
  • Música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

¿Discoteca rock en Barcelona? Un nombre: Magic Club. Es el antro al que acude la fauna roquera de la ciudad en masa, cuando notan que se les caen encima las paredes de la modernidad impuesta, las decepciones vitales o sencillamente tienen ganas de emborracharse escuchando a los Dictators y bailando. Desde su apertura, en el 1976, el Magic ha visto de todo: onda laietana, contracultura, punk, new wave. Desde mediados de los noventa hasta la última década vivió una segunda juventud como sala de conciertos. Johnny Thunders, Hellacopters, lo mejor del rock de alta energía mundial quemó su minúsculo escenario. Ahora, por imposición municipal, sólo funciona como discoteca y asiste impasible al aparente declive del rock'n'roll. Es un minúsculo universo donde los fines de semana podemos vivir en la oscuridad perpetua hasta las 6 de la mañana. Y sus dos pistas de baile agitan tatuajes, jóvenes con ganas de fiesta abominadores del tecno y mujeres peligrosas: vale todo, menos fumar en la pista de baile.

Hey Ho! Bar
  • 3 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • El Raval

Barcelona está llena de cicatrices: el crecimiento, el turismo y un urbanismo institucional no muy preocupado por la historia o la calidad de vida de los barceloneses la han dejado como un san Lázaro. Lo que es remarcable es la capacidad de regeneración que tiene la ciudad: parece que por abajo siempre hierva y que en cuanto un negocio cierra o una manzana de casas se derrumba, alguien esté dispuesto a coger el relevo. Ante uno de estos vacíos, la antigua sede de la General Elèctrica d’Espectacles, al lado de las Drassanes, había un puticlub de mala muerte, como tantos otros del Barrio Chino. La gloria de la famosa Criolla de la calle Cid, también cerca, se había desvanecido décadas antes y nadie pensó en él. Después hubo un bar de dominicanos. Ahora está el Hey Ho! Bar. En el Hey Ho! se escucha punk-rock, hardcore y metal. En el Hey Ho!, si un martes de siete a diez vas con tu skate y haces un buen truco en la pequeña pool o cuarto de pipe que tienen enganchada al final de la barra, te dan cinco chupitos. En el Hey Ho! puedes comer bocadillos de omnívoro o veganos hasta media noche. Acoge conciertos acústicos y dan el Barça. Hasta las once la caña vale un euro y te la sirven con unas aceitunas, unos cacahuetes… Es un bar hecho por apasionados del tema: Maxi y Sol, propietarios de la tienda homónima dedicada al skateboarding de la calle Ferlandina, y Ramon, cantante de Twin Wolf y exencargado de las noches guitarreras del Moog, que tan poco duraron. En el Hey Ho!, encontraré

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Sala Rocksound
  • Locales de noche
  • Clubs
  • El Parc i la Llacuna del Poblenou

Después de que el parón de los conciertos en el Magic dejase huérfana la escena rockera, Rocksound recogió la antorcha poniendo toda la carne en el asador: esta es una pequeña sala con grandes conciertos de bandas internacionales. Entramos en un antro en que los codos se pegan a la barra, la iconografía rockera nos captura, y el humo y el aliento agrio de cerveza nos empujan a hacer aquella serie de animaladas ilícitas que se supone que hemos de perpetrar en un concierto de rock. Antoni Celeiro, un carpintero metido a promotor y empresario, solo programa rock and roll en toda su estrechez y amplitud de miras: rockabilly, hard rock, country-rock, blues... Han hecho sudar las mesas promesas de la escena internacional como Zach Williams and the Reformations (southern rock) y veteranos como Sonny Vincent, padrino del punk neoyorquino. Conciertos de martes a sábado, a partir de las 21 h.

  • Música
  • Espacios de música
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera

Es fácil perderse la entrada a la Sala Monasterio. Una vez dentro, descended desde el nivel de la calle a la desnuda caverna de techo bajo y obra vista, para atascaros en el pasillo junto a la barra y disfrutar de música en vivo. Los lunes y martes hay cantautores; los miércoles, música brasileña; los jueves, blues; y por lo general, jazz en las noches de domingo. Los viernes y sábados tienden a reservarse para una ecléctica gama de conciertos, desde pop-rock de grupos locales a bandas de tributo. Ha acogido parte de los conciertos en algunas ediciones del festival Primavera Club, la edición de invierno del Primavera Sound.

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Blondie
  • 4 de 5 estrellas
  • Bares y pubs
  • El Gòtic

Blondie, de rubia de bote y también de Deborah Harry, icono de los setenta y ochenta, frágil y gélida a la vez, como el neón. En Barcelona, la chica de piel clara y labios rotundos es un bar del Gótico con cielo de cañas fluorescente de refresco y un escaparate escaso de galería de arte, de ciudad donde el metro cuadrado cuesta los dos riñones y parte del hígado.Me espera un escaparate que es un robo en la caja de juguetes del primo, convertidas por obra y gracia de esta vidriera en objetos de edición limitada. Se unen un transistor de radio, el increíble Hulk abrazando a Barbie, la Blondie de pequeño formato, unos dispensadores de caramelos Pez de Star Wars, el cubo Rubik (hecho!) y una fotografía de Obama como si fuera el quinto miembro de los Kiss. Reflexiono sobre mi vestimenta y me doy cuenta de que más valdría que volviera a casa para buscar la camiseta tormenta del Naranjito, pero entro porque tengo un espíritu suicida y sé que en los ochenta todo vale y los ojos se me van hacia una pared llena de fotografías que parece la carpeta de un repetidor de escuela de arte. Allí se mezclan rubios y rubias como Annie Lennox, Cobain y las muñecas hinchables. Y también imágenes de los que estaban por otras historias, cuando Blondie cantaba que tenía un corazón de cristal. Keith Richards, Elvis Costello y unas plataformas de purpurina eléctrica de todos los que han caminado por la noche con el corazón a punto de la rotura. En medio de toda esta pandilla, innumerables fotos de Debb

Louise Se Va (Sala Rock Club)
  • Restaurantes
  • Bar de bocadillos
  • Horta - Guinardó
  • precio 1 de 4

En Horta, la noche tiene muchos números para empezar tomando un bocado con referencia rockera en el Louise Se Va bar bailando hasta bien entrada la madrugada en su versión discotequera, en la calle de Santa Amàlia, 26.

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The Bollocks Bar
  • Bares y pubs
  • El Gòtic

Bar roquero de excelente decoración y cerveza barata con música de fondo que nos transporta a la época de Guns'n'Roses. También encontraréis un maniquí de Eddie de Iron Maiden, sentado en el váter, colgado de la pared. ¡Oh yeah!

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