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Tim Staffell en Room To Records
Foto: Ricard Martín Tim Staffell en Room To Records

El cantante de los inicios de Queen graba un disco en Barcelona

Tim Staffell, con Brian May y Roger Taylor, sentó las bases de la superbanda de 'Bohemian Rhapsody'

Ricard Martín
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Ricard Martín
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La conexión de Queen con Barcelona tiene un eslabón mucho más íntimo y casero que el famoso dueto Mercury-Caballé. Tim Staffell, el que fuera cantante y bajista de la banda británica Smile, (1968-1970) –junto con Brian May, a la guitarra y Roger Taylor, a la batería, 'power trio' que fue el minuto cero de Queen– acaba de grabar su tercer disco en solitario en Poblenou, en los estudios Room To en la calle Pallars. Y lo ha hecho porque su batería de referencia –su hijo Andrew– reside en Barcelona desde 2008 (y habla un correctísimo catalán, por cierto).  
May, Stafell y Taylor: Smile en 1969
Foto: WikipediaMay, Stafell y Taylor: Smile en 1969

"Podría haberlo grabado en Londres, pero la calidad de los músicos de Barcelona es fenomenal. Y con mi presupuesto no podría haber tenido tanta calidad en Londres. Hace sol, la gente está contenta, la comida es fantástica. ¿Qué más puedo pedir?", se pregunta, feliz de la vida, sentado ante un luminoso ventanal que da a l'Ovella Negra. Sí, Staffell aparece ficcionado en la peli de 'Bohemian Rhapsody', canta una canción y acto seguido les dice a sus incrédulos colegas que abandona para unirse a la banda Humpy Bong (!?), mientras Malek-Mercury espera su oportunidad en la barra, birra en mano. 

"Hay mucha gente que es fan de Queen y ha oído a hablar de mí, pero no me conoce como artista. Me he convertido en una especie de figura mitológica, que ha jugado su parte en la historia, y me parece bien. Ser una figura mitológica está la mar de bien, pero me gustaría que se tradujera en un poco más de seguridad financiera", reflexiona divertido. Staffell tiene una parte de responsabilidad en la fundación de la banda: es coautor de 'Doing Allright', icónica canción que aparece en el primer disco de Queen (y por cierto, una de las primeras canciones de rock duro británico, grabada por Smile en 1969). Staffell explica que "me llamaron los de la película. Al principio sale un poco Smile, pero no conseguían clavar el sonido. Brian (May) me llamó y me preguntó si quería venir y cantarla. Y también toqué el bajo. El resultado quedó auténtico, como una canción de los sesenta, que era lo que estaban buscando"

La tercera versión de la canción aparece en la banda sonora del 'biopic' musical más exitoso de la historia. "Algo que me ha permitido financiar mi tercer disco en solitario, por cierto". Debo ser el único fan de Queen que no la ha visto. ¿Le gustó? "Comprimen quince años en dos horas y media de película y tergiversan algún hecho. Pero conserva la realidad emocional de la película y eso es lo que importa", opina. Para añadir que "Freddy era amigo mío de la universidad, yo iba a sus conciertos, él a los nuestros, y nos conocíamos todos, el proceso de que yo abandonara Queen y entrase él fue mucho más pausado y natural que un tío que deja su cerveza y les entra a los de la banda. Pero eso es Hollywood", ríe, para apostillar que "lo que creó el sonido de Queen de verdad fue la entrada de Freddy, claro, que yo jugara una parte en la historia lo tiene que decidir la gente".  

Es injusto relegar el papel de Staffell a nota a pie de página en la fundación de Queen. Suena en el estudio algunos temas de su nuevo disco, "Margins". El título alude a "la vaguedad de la comunicación humana. Todos tenemos nuestras creencias, y la única manera en que nos podemos comunicar entre nosotros es en los márgenes de ellas", explica. Esta reflexión, entre humanista y fatalista, casa con el título de canciones como "There is nothing in the world but pain": música luminosa, entre el folk-rock con harmonías a lo Beach Boys, pero con una letra que acepta, resignada, la muerte y la vejez y ese viejo axioma sobre el único sentido de la vida: vivirla. 

"Soy una especie de figura mitológica en el universo de Queen, y me parece bien"

La película no miente: Staffell dejó Queen para unirse a una banda de folk-rock llamada Humpy Bong (¡en la que estaba el batería de los Bee Gees!), y también fue el cantante de Morgan, grupo de rock progresivo en el que mandaba Morgan Fischer, teclista de Mott The Hopple (superbanda inglesa que influyó en Queen: 'Bohemian Rhapsody' es heredera directa de la opereta-rock de 'Marionette' de Mott The Hopple, y Mercury la compuso después de que Queen teloneara a la banda de Ian Hunter. "Polinización cruzada", resume Staffell. Al contrario de lo que se pueda pensar, no ha aprovechado el tirón del film para hacer un disco: su primer elepé, "aMIGO", es del 2006 y en él participaron Brian May y Snowy White (ex-guitarrista de Pink Floyd y Thin Lizzy, nada menos) y el mismo Fisher. Y el 2018 publicó 'Two Late', aterciopelada colección de bluefunk que arrasaría en Rock FM). "¿Qué grupete, eh? Fue tan sencillo como llamarles y pedir si querrían tocar. ¡Claro que sí! Y no me cobraron nada". 

Staffell y su hijo Andrew en el estudio Room To Records
Staffell y su hijo Andrew en el estudio Room To RecordsFoto: Ricard Martín

La pregunta estúpida e inevitable: ¿50 años después, se arrepiente de haber abandonado Smile? "Me fui porque quería tocar más improvisación, me empezó a interesar el jazz y era muy fan del blues, en 1970 el primer elepé de Ry Cooder me cambió la perspectiva. Jamás estuve celoso, pero en un momento dado tuve envidia; a finales de los setenta, al principio de su estrellato, dejé de ser un músico profesional: no ganaba suficiente dinero para contribuir a pagar nuestra casa. Mi mujer trabajaba para mantenerme, y eso era muy injusto. Pero no eran celos musicales: en ese punto ya no era fan del heavy rock". A finales de los setenta, Staffell retomó su oficio de diseñador gráfico, trabajando en películas de animación y en la BBC, como diseñador de maquetas. "Cuando me jubilé, pensé que era hora de retomar la música en serio. Tengo tres discos, eso son un puñado de 40 y pico canciones. Soy un cantante razonablemente bueno. Hago lo que hago, lo llevo dentro. No hacer música no es una opción"

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