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El Calafate

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  • Eixample
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
El Calafate
©IvanGiménez El Calafate
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Time Out dice

3 de 5 estrellas

Este restaurante hace honor a una cocina, a la argentina y en concreto a la de Río de la Plata, mediante espléndidas empanadas, cordero lechal y un gran asado.

Leo Messi y el Kun Agüero iniciaron su carrera juvenil juntos. Desde muy jóvenes comparten campos, habitaciones, entrenamientos, cuando vistieron la albiceleste sub-19 ... y su amistad se mantiene en la absoluta. Cuando pueden se encuentran. En Londres o en Barcelona. La última vez que comieron juntos en Barcelona fue el Calafate. Y será porque son muy buenas las milanesas, plato preferido del number one. Pero además de las escalopas, hay una oferta de rigurosa comida argentina, con una carta que ahora han renovado con un bistec tártaro de Angus y un atún rojo que se suman a una oferta que demuestra su calidad en el hecho de que casi nunca hay sitio.

La simpatía y calidez de la Inés, junto a quien ahora se añade el Octavio, se esparce por la sala y durante el servicio con una atención cuidadosa y nada pegajosa. Hay algunos detalles que distinguen este lugar (además de la enorme calidad de las carnes y de la buena preparación, que respeta los puntos en los que se sirven): la salsa criolla y el chimichurri que ofrecen para acompañarlas. Son elementos sencillos, pero que si no están hechos a la perfección pueden arruinar una comida, cosa que ocurre en otros lugares.

Las empanadas, receta heredada del gran maestro Alfredo, son inigualables, tanto en la masa como en el relleno, jugoso, chorreando por la abundancia y buena cocción de la cebolla y el corte de la carne a cuchillo. Los entrantes, el matambre y sobre todo el vitel toné son casi obras maestras. De las milanesas, a caballo -con un huevo frito-, napolitanas o simples, ya hemos hablado. El asado, el vacío y sobre todo la entraña son los platos fuertes que el chef y parrillero, Claudio Peruzzeto, saca de cocina y de la parrilla a la vista. Si después de todo esto seguís respirando, los postres, otra herencia del maestro Alfredo, son para escribir una crónica aparte. La torta Rogel, los flanes, los pudines, todos caseros, con este matrimonio criminal con dulce de leche, hacen las delicias de los golosos y el sufrimiento de los diabéticos.

Escrito por Marcelo Aparicio

Detalles

Dirección
París, 145
Eixample Esquerre
Barcelona
08036
Transporte
Hospital Clínic (L5)
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