Los platos más picantes de la cocina de Barcelona

Atún con tres chiles

La periodista gastronòmica –i mexicana– Ana Luisa Islas ens va donar la pista d’aquest restaurant que trenca amb el mite que tot el menjar mexicà pica. Els xilis formen part d’uns quants plats però els notareu subtilment, per saciar les ànsies de picant ja teniu tres salses a banda –alerta amb la de xili de árbol i xili serrano. Res de tex mex, viatjareu per tot el país a través de plats típics de Oaxaca, Yucatán i el Pacífic i molt ben cuinats. Comenceu amb una michelada –picanteta i deliciosa– i demaneu la tonyina amb tres xilis –estil tataki– per entendre, i respectar, aquests pebrots ancestrals.  

Tiras de pollo sobre arroz

Sudáfrica es una mezcla de culturas y esto se refleja en su cocina. La del Spice BCN es aún más especial porque las recetas son de la madre de Naim, el propietario junto con su mujer Linn, y el ingrediente estrella es una salsa tan secreta como la fórmula de la Coca-Cola. El plato más famoso son unas tiernas tiras de pollo sobre un arroz sabroso cubiertas por esta salsa misteriosa y extremadamente deliciosa y que puede graduarse de picante. Tienen opciones vegetarianas.

Albóndigas picantes

Que su terraza privilegiada os engañe, sentarse termina en escozor bucal. Entramos en un local especializado en picante dirigido a los amantes de las emociones fuertes. Todo comienza con un test de aperitivo con tres salsas, la última hecha con carolina reaper, el cruce de chiles que tiene el récord del vegetal más picante del mundo. Si superáis la prueba, podéis solicitar bien picantes las albóndigas guisadas con especias y setas de temporada. Y para rebajarlo todo, probar la premiada carrillada de ternera, curry y coco: el calmante que la boca pide.

'Huoguo’ o fondue china (El aliento del dragón)

Entre las casi infinitas variedades de cocina tradicional china, la de Sichuan es célebre en todo el mundo por el escozor que despierta en las papilas gustativas. Su secreto radica en una pimienta característica de la región, que junto con los chiles da forma a gran variedad de diabólicas salsas. Transformado en sopa y calentado sobre la mesa al estilo huoguo –hot pot– se convierte en un auténtico ritual del Averno. Escoged los ingredientes crudos, hay que hervirlos en el momento y disfrutad como demonios.

Karahi de cordero

Como ha ocurrido con la china, la cocina indopakistanesa corre el riesgo de estandarizarse adaptada al pusilánime paladar occidental. No es el caso de este restaurante del Raval que destaca por mantenerse fiel a la ancestral costumbre de abrasar la lengua. Lo podréis regular con el camarero pero, si sois valientes, pedid el guiso karahi con pollo o cordero, picante nivel "como en Pakistán", y acoged esta delicia hecha de guindilla verde, crema de ajo, jengibre y una bomba de especies. Tened a mano pan o arroz para rebajar.

Patatas bravas

Hamburguesería de ambiente clásico americano con alguna que otra sorpresa, como esta ruleta rusa de las bravas que surgió de una colaboración con Bravas Barcelona y ahora reina en la carta del Harry 's Burning. Es una bandeja con patatitas monalisa crujientes por fuera y tiernas por dentro colocadas en hilera, como golosinas, cubiertas por ocho salsas caseras de todo el mundo, de menos a más picante en la escala Scoville: jalapeño, peperoncino, ají amarillo, chile habanero, naga morich, bhut jolokia, moruga scorpion y carolina reaper. Pedid yogur si os quema la lengua! ¿Queréis más caña? Tienen más picante en las burgers -de black angus- y las alitas de pollo.

Plato de tres ingredientes

Debéis guardar el secreto: la cocina etíope es de las más completas, variadas y sabrosas del planeta. En Barcelona el lugar más fiel a las esencias es el Taitu, que mantiene la rabiosa fuerza de sus picantes wats (guisos). Sobre una base de injera, una especie de crepe suave y esponjosa, os servirán diferentes preparados, de carne o vegetales. Si os va la marcha, pedid sega (ternera, cebolla confitada y especias) y misir (lentejas picantes en la salsa berbere característica del país). Para chuparos los dedos, literalmente, porque comeréis con las manos.

‘Jerk chicken’

Hace más de 300 años que en el Caribe cocinan el jerk chicken -con variaciones en cada isla- y en Barcelona lo prepara Lester con una mezcla de siete especies, lo deja marinar un par de días y después lo cocina a la brasa. El resultado es una carne sabrosa, muy picante pero que se disfruta, acompañada por una ensalada, arroz con frijoles para equilibrar el picante y plátano frito dulce que se deshace. La carta se renueva para ofrecer recetas de otras islas pero el jerk chicken no se mueve "o tendríamos problemas", dice Lester. El reggae le guiará.

Pato en salsa de guindilla

¿Soñáis con una gastronomía que mezcle lo mejor de la India, Oriente y el Pacífico? Abrid los ojos y preparad la lengua. El Betawi es el local pionero de la cocina indonesia en Barcelona. Al atravesar la puerta descubriremos locuras como el sambal, salsa de chiles que entra en la boca como un hierro candente. Rojo, amarillo, casero... el abanico de currys picantes de la carta os hará sudar fuerte. Y para caer en el pecado definitivo, hay que probar el pato cocinado en salsa de guindilla, jengibre y verduras crujientes que os abrirá las puertas del mismo infierno.