Carne, pescado o legumbre

Un local bajo tierra donde más de uno ha tocado el cielo. Dos pistas de baile por las que se reparten los amantes del petardeo y la electrónica más bailable, cámara oscura, y una cuidada programación de café-teatro la madrugada de los lunes.

Discoteca ideal para las mujeres que sólo quieren mujeres y les gusta ir acompañadas de sus amigos masculinos, un clásico de la noche lésbica de Barcelona. El primer jueves de mes acoge la fiesta 'Stupenda', que incluye un striptease femenino.

El hermano pequeño de El Cangrejo del Raval es uno de los locales que mejor funcionan del "Gaixample". Podréis bailar éxitos recientes y música nacional en buena compañía. No es tan 'kitsch' como su pariente más próximo, pero no se queda atrás.

Suena  Mónica Naranjo, Raphael y, de repente, Madonna. Es lo que pasa en ese bar, que propone tranquilas tardes y noches mucho más movidas al ritmo de la música más “petarda” de todos los tiempos. Los martes tienen “happy hour” de 19 a 22h, y también los martes, los jueves y los domingos siempre hay espectáculo a  la medianoche. El transformista Patrick, un clásico del ambiente barcelonés, es un habitual de la sala.

Sauna masculina per a joves, madurs, chasers, grassonets, prims...

Un auténtico clásico del ambiente. El epicentro del ocio 'bear' barcelonés. Los jueves organizan una merienda donde podréis picar alguna cosa mientras hacéis nuevos amicos. Barrigudos y contentos.

En sus buenas noches, mover el esqueleto en este club es como hacerlo en una noche de premios hip hip de la MTV facción macarra. Mucha uña dorada, tacones kilométricos y capuchas con deportivas. Eso sí, sin metralletas.

Sofisticado y un poco repeinado, con toques moderadamente exóticos a ritmo de música electrónica. Ideal para traer a las visitas de compromiso, celebrar fiestas de nivel y, sobre todo, para dejarse ver y encontrarse con algún famoso. Podéis hacer el primer cóctel en la terraza, cenar comida de fusión, o acudir directamente por la noche para bailar a ritmo de DJ. La gracia es hacerlo todo: primero la copa, después la cena y luego otra copa con baile incluido. Entonces os dejáis de historias, os descalzáis y cruzáis a la playa a disfrutar de la brisa y las olas.