De: Thomas Bernhard. Traducción: Bernat Puigtobella. Dirección: Carme Portaceli. Con: Josep Costa, Daniela Feixas, Josep Julien, Francesc Orella, Montse Perez, Sergi Misas, Rosa Renom.
El territorio de Thomas Bernhard es el de la palabra. Ya sea la más pausada y descriptiva de la versión de la novela 'Tala' que vimos en Temporada Alta bajo la soberbia batuta de Krstyan Lupa, como la trepidante, frenética, de 'El presidente', una tremenda farsa sobre el poder construida sobre dos largos monólogos con los que retrata la miseria moral de los protagonistas.
Bernhard pone sobre el escenario este matrimonio, perversos como el rey y la reina Ubu, en un momento de urgencia después de una serie de atentados dirigidos contra ellos y en el que ha fallecido un coronel y el perro de ella. La acción está en las palabras y éstas, como señala el traductor de la obra, Bernat Puigtobella, se manifiestan a través de círculos concéntricos sobre una misma idea, el miedo a la muerte. Esto es lo único que une al presidente y la presidenta, seres ideológicamente aberrantes, y ambos diáfana expresión del poder tiránico, caprichoso, egoísta.
Bernhard habla de Austria, aunque no lo diga nunca, pero el delirio del discurso remite a momentos y comportamientos universales y sin fecha de caducidad. Un delirio acompañado de una expresividad obsesiva que viste de grotesco la función y que Rosa Renom y Francesc Orella asumen con una eficacia total. Renom, soberbia con la gestualidad maniática de la presidenta y modelando con enorme ductilidad el trastorno. Orella da miedo. De tan real como es. Un cínico perfecto. Un mal nacido de raíz. El resto de personajes son casi silentes. Como muebles. Pero ciertamente necesarios. En este sentido, destacamos el magnífico silencio de Montse Pérez. Fantástica criada.