'La Monyos' –idea original de Empar López– podría haber sido una pieza más del mosaico que el Teatre del Raval está montando en torno al imaginario barcelonés. Posee ideas interesantes sobre la doble realidad de este popular personaje de la Rambla de principios del siglo XX; pero la voluntad de deconstrucción de la leyenda que desarrolla el libreto no es suficiente para salvar el montaje de un triste aire de “quiero y no puedo”.
Las interpretaciones van del aprobado al insuficiente, dejando en evidencia la falta de nervio en la dirección de actores. Tampoco ayuda la partitura de Pedro Pardo. Entre temas con personalidad alejados del tópico, se cuelan otros propios de una anodina sintonía televisiva, incapaz de evocar con su sonido el momento de la cultura popular que vivió La Monyos. Una rica tradición 'ravalera' que el compositor ha obviado.