Autora: Mercè Rodoreda. Adaptación: Joan Ollé y Carles Guillén. Dirección: Joan Ollé. Con: Lolita Flores.
A la ola de entusiasmo se sube o no se sube. Si se elige observar el fenómeno desde la orilla –como un surfero con amnesia natatoria– esa distancia prudencial pemite valorar la Colometa de Lolita Flores en su meritoria medida. Una artista que como experiencia teatral inmediata sólo puede acreditar dos tandas de monólogos de francachela femenina, y que ahora se presenta sola, con la única compañía de las palabras de Rodoreda. Última protagonista de la excelente adaptación que Joan Ollé y Carles Guillén hicieron de 'La plaça de Diamant', primero para tres y luego para una sola actriz.
Aun reconociendo el buen trabajo, cuesta sumarse a la fiesta laudatoria que desde su estreno ha despertado la Sra. Flores. Cuesta no tener en cuenta que de las tres edades que recorre el personaje ella se quede con la tesitura de la joven Natalia. Sólo por un instante madura esa voz para volver luego a la atiplada inmadurez. Voz que contrasta con el gesto que recuerda a la compostura de las comadres de velatorio, como una hermana de Lola Herrera en 'Cinco horas con Mario', pero esta vez ante el cuerpo de Antoni.