Lluís Homar: el fundador
Es él quien recuerda, con piel de gallina, aquella noche del 2 de diciembre de 1976. Tenía diecinueve años y, por tanto, era el más joven de la tropa –Puigserver, Lluís Pasqual, Pere Planella, Muntsa Alcañiz, Imma Colomer, Joan Ferrer, Quim Lecina, Anna Lizaran, Josep Minguell, Domènec Reixach, Fermí Reixach, Antonio Sevilla y Carlota Soldevila–. Dice que cuando le dijeron, hacia la Semana Santa de aquel año, que formaría parte de la nueva compañía del Teatre Lliure, no se lo podía creer. El 1 de agosto entraron en la antigua cooperativa La Lleialtat para ponerse el mono de trabajo y recibir con gusto las órdenes de Puigserver mientras los albañiles terminaban la obra. Cuatro meses más tarde, saltó al escenario para comenzar a escribir una historia teatral llena de ilusiones, juerga, llantos, muertes y muchísimas batallas.
Homar, de hecho, capitanea la celebración del 40 aniversario dirigiendo 'Les noces de Fígaro' a partir del montaje que Puigserver hizo en 1989, donde el actor interpretaba el papel principal. Entonces, recuerda, vivían una época conflictiva, hasta el punto que retrasaron el estreno hasta que las administraciones no se comprometieran de una vez por todas a ceder un espacio más grande para el Lliure. Hubo mucha presión y, finalmente, Ferran Mascarell, entonces concejal de Cultura, anunció que el Palacio de la Agricultura sería para el Lliure durante 50 años. Nada mejor que cargar con 'Las bodas de Fígaro', una pieza de Beaumarchais estrenada en 1784 que anunciaba la Revolución Francesa de 1789. Entonces, era "el resultado de trabajo conjunto durante trece años" de una tropa donde había Anna Lizaran, Carlota Soldevila, Emma Vilarasau y Jordi Bosch, entre otros. Ahora, ¿tal vez anuncia otra revolución?