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Porta Brandenburg, Berlín

Berlín, qué visitar en la ciudad de moda

Berlín es mucho más que una moda. Te acercamos a los lugares imprescindibles de una ciudad llena de huellas icónicas del siglo XX. ¡Buen viaje!

Manuel Pérez
Escrito por
Manuel Pérez
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Un paseo por el Muro

Un paseo por el Muro

Tendrán que pasar diversas generaciones hasta que Berlín deje de ser la ciudad del muro. De momento, el símbolo más importante de la Guerra Fría sigue generando un magnetismo irrefrenable o, como mínimo, lo que queda de él después de su demolición en 1990. El fragmento más conocido que se conserva bordea el río Spree entre las estaciones de Ostbahnhof y el puente Oberbaumbrücke, aquí encontraréis la famosa East Side Gallery (Mühlenstraße 3-100) con pinturas de calle tan conocidas como 'El beso' de Breznev y Honecker. Cerca del mítico Checkpoint Charlie, la frontera durante años entre las dos ciudades, también encontraréis un centro de interpretación, el Mauer Museum, lleno de documentos históricos y 'souvenirs', incluyendo algunos pequeños fragmentos en venta del muro más famoso del siglo XX.

Una isla llena de museos

Una isla llena de museos

Concentrados entre los canales del centro y el Spree, en el extremo oriental de la avenida Unter den Linden, la Isla de los Museos concentra en pocos kilómetros cuadrados cinco de los museos más importantes de Alemania y de Europa, llenos de obras declaradas Patrimonio de la UNESCO. Podéis empezar por los dos más importantes, el Neues Museum, que conserva el busto egipcio de Nefertiti, o el Pergamonmuseum, uno de los mejores centros arqueológicos del mundo que alberga los frisos griegos y el Altar Pérgamo o la Puerta de Ishtar de Babilonia. Con una entrada combinada para un día podéis visitar todos los espacios. Os quedaréis boqueabiertos.

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Por la historia judía de la ciudad

Por la historia judía de la ciudad

El Jüdisches Museum es uno de los edificios imprescindibles del nuevo Berlín. Diseñado por el polémico arquitecto Daniel Libeskind, se acerca a la historia del pueblo judío por medio de sus volúmenes interiores y por la experiencia del espacio. Más hacia el centro de la ciudad, en el Oranienburger Strasse, encontramos la Sinagoga Neue, construidaen el siglo XIX y superviviente del trauma de la Segunda Guerra Mundial. También en recuerdo de aquel difícil episodio, el Memorial del Holocausto recuerda a los judíos asesinados de Europa a través de una imponente explanada donde se levantan 2.711 bloques de diferentes tamaños que, combinados, dejan en la retina una imagen difícil de olvidar.

Iconos de las alturas

Iconos de las alturas

La destrucción causada por la Segunda Guerra Mundial permite tener en el nuevo Berlín un abanico de propuestas arquitectónicas que van desde la prehistoria hasta la vanguardia más radical de la reconstrucción. El icónico Reichstag, sede del Parlamento alemán, ofrece muchos de estos ingredientes. Inaugurado en 1894, fue renovado a finales de los noventa por el arquitecto estrella Norman Foster. El techo es una gigantesca estructura de cristal que permite una vista panorámica tanto de la ciudad como de las actividades interiores del Parlamento. Otros ascensos imprescindibles de la ciudad pasan por la Torre Kollhoff de la moderna Potsdamer Platz o la Fernsehturm, la antena de televisión visible a más de 40 kilómetros que es todo un símbolo de la ciudad. Actualmente acoge una galería y un restaurante giratorio. Atracciones todas ellas no aptas para quien sufra de vértigo.

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Recordando la DDR

Recordando la DDR

Fruto de la Guerra Fríay de la ocupación soviética del Berlín oriental y parte del país, la socialista República Democrática Alemana gobernó el destino de millones de ciudadanos durante 41 años. El DDR Museum recuerda aquel tiempo por medio de un recorrido interactivo que nos permitirá ponernos en la piel de un oficial de la temida policía política, la Stasi, o visitar un piso con todos los elementos propios de la economía dirigida. También podemos contratar un tour por la ciudad conduciendo un Trabant, el coche clásico producido en la Alemania del Este. Si os gustó 'Good Bye, Lenin!' o 'La vida de los otros' este será vuestro rincón de la ciudad.

Bei Schlawinchen
©Tommy Tannock

Bei Schlawinchen

Muñecas de juguete, cornucopias, bicicletas viejas, paredes saturadas con recuerdos de todo tipo; la propuesta kitsch del local nos recuerda al barcelonés Pastís. Su carácter abierto es todo un símbolo del Berlín bohemio y entre sus atractivos está el horario ininterrumpido, abierto de día y de noche. Un cartel nos recuerda que el establecimiento se ha mantenido abierto las24 horas durante 30 años consecutivos. Lo encontraréis siempre lleno de gente, personajes escandalosos conversando o jugando al futbolín. La cerveza es barata y, comoes natural, corre en abundancia.

John Muir
©Kate Coffee

John Muir

Bautizado en honor del famoso naturalista del siglo XIX, John Muir abre una ventana a Brooklyn desde el Berlín más noctámbulo. Las paredes de obra vista acogen un ambiente libre de humo y bien surtido de un interminable listado de alcoholes del mundo. Su extenso menú de cóctelescambia mensualmentey se adapta a la estación, con combinaciones tan tentadoras como tequila, remolacha y granada o el Black Beer'd (coñac, cerveza negra, naranja y bitter). La noche del lunes la birra artesanal es la protagonista y no es difícil encontrarsesiones de DJ electrónicas al más puro estilo Berlín.

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Bar 3
@Tommy Tannock

Bar 3

Escondido en una calle secundaria de la Torstrasse, Bar 3es una de las apuestas ganadoras de los visitantes del turístico Mitte. La barra en forma de Ullena de taburetes ocupa todo el espacio y el vino de la casa y la cerveza son los protagonistas. No podéis dejar de probar la Kölsch de Colonia, que se sirve según marca la tradición: en un pequeño vaso de cristal rellenado constantemente por los atentos camareros hasta que la prudencia aconseje poner el posavasos encima en señal de estar llenos. Es tan popular que no es raro coincidir con algunas de las caras más conocidas del Berlín de les celebridades.

Geist im Glas
@Tommy Tannock

Geist im Glas

Entre las modas más 'sui generis' del actual Berlín encontramos la de montar bares que copian la estética acogedora de un salón de hogar medio berlinés. Algunas de estas curiosas propuestas las podréis encontrar por los alrededores de la Weserstrasse, y los más cursis han florecido por Reuterkiez (el barrio de moda alrededor de Reuterstrasse). Uno de los mejores exponentes de esta tendencia es el Geist im Glas, que en poco tiempo ha conseguido una clientela fiel y alegre. Su oferta va más allá de las espartanas propuestas de muebles reciclados y nos propone una decoración de estilo victoriano, con un lavabo muy inquietante. Se especializan en alcoholes infusionados y chupitos provenientes de las enormes botellas de alcohol artesanal del local. No dejéis de probar el Geist de Rusia, una rica mezcla de vodka con vainilla, canela, Kahlua y crema.

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Tausend
@Camiller Blacke

Tausend

Tausend es una de las referencias del Berlín más exclusivo,con una entrada casi secreta bajo el paso elevado del tren. Encontraréis un ambiente relajado con parroquia dispuesta a experimentar con los cócteles más vanguardistas. Impresiona el techo tubular de acero iluminado por instalaciones multimedia 3D. Nos proponen probar combinados de wasabi para el verano o un contundente whisky de malta con miel de pino para el invierno. También dispone de un servicio de comidas para quien se lo pueda permitir.

Bar Raval

Bar Raval

No, no os habéis equivocado de ciudad. En Berlín también hay unBar Ravaly no es casualidad— que nos ofrece una propuesta muy barata, con una cocina que pone de manifiesto el ambiente internacional de la ciudad de los últimos años. El local es propiedad del actor Daniel Brühly refleja su mitad catalana con un menú donde podemos probar tapas y todos los éxitos de la cocina de aquí (tortilla de patatas, buñuelos de bacalao, paella y otras especialidades regionales del resto de España, siempre con un punto de imaginación), además de una bodega muy bien surtida de vinos blancos y negros de todas las regiones. Una propuesta muy popular, que resulta el lugar ideal en Berlín para disfrutar de un buen partido del Barça con un gin-tonic en la mano.

Der Goldene Hahn

Der Goldene Hahn

Kreuzberges uno de los barrios de moda, y en parte lo es por locales como Der GoldeneHahn que combinan la imagen más estrambótica con el ambiente clásico de trattoria familiar. Elementos como el apotecario lleno de cajones que preside la barra ponen el punto retro; los clásicos manteles a cuadros conjuntados con el local visten el punto familiar. Con un listado de vinos con cuerpo y un aroma de contundente cocina italiana, encontraremos un buen menú de pastas frescascon ingredientes de temporada y una carta de carnes de segundo. Como es natural por la zona, abre hasta tarde los fines de semana y los tocadiscos animan interminables veladas de cócteles.

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Jolesch
@Tommy Tannock

Jolesch

Los austríacos presumen de ser los verdaderos inventores de algunos de los más famosos platos de la cocina berlinesa y alemana. Es el caso del escalope Wiener Schnitzel (hecho de ternera) o el Tafelspitz (estofado de carne) también de origen vienés. Uno de los lugares más populares de Berlín donde comer las dos delicias es el Jolesch, local de ambiente reposado y luz tenue. El Schnitzel lo cocinan de forma tradicional: bien rebozado y acompañado de un rodaja de limón y patatas fritas. A parte de los clásicos, podéis encontrar también especialidades del chef acondicionadas para la temporada como la carne de ciervo con membrillo o la lengua ahumada de oveja. Para terminar, no dejéis de probar los exuberantes pasteles de crema expuestos en la mesa central de postres. Para los más glotones, también hacen creps muy contundentes como la kaiserschmarrncon salsa de ciruelas, delicia favorita de la corte imperial.

Krasselts
@Camille Blake

Krasselts

Es una falta visitar Berlín y no probar algunas de sus salchichas más populares. En dura competencia con otras ciudades alemanas, Berlín presume de haber inventado la popular Currywurst, incluso hay una placa conmemorativa sobre el hecho en la esquina de Kantstrasse y Kaiser-Friedrich-Strasse, en Charlottenburg. El origen del invento fue la mezcla de especias y condimentos que da su tradicional sabor exótico al conocidofrankfurt. Para probar una de las más auténticas tenéis que ir a Krasselts, que lleva 50 años siguiendo la tradición de servir la carne con pan muy crujiente. Podéis comprar la comida para llevar o sentaros y degustar el Currywurst acompañado de una guarnición de patatas fritas. Un clásico.

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Monsieur Vuong
@Tommy Tannock

Monsieur Vuong

La moda de los restaurantes vietnamitasarraigó con fuerza en Berlín, y desde allí se ha extendido por toda Europa, también en Barcelona. La fórmula es sencilla: sopas de fideos y arroz frito a precios irrisorios. Si queremos ir un poco más allá, podemos visitar Monsieur Vuong, local estratégicamente ubicado en el central distrito de Mitte. Sus buenas artes han generado docenas de imitadores que buscan copiar su estilo sencillo que no acepta reserva y funciona a la velocidad frenética de su personal. Ofrecen hasta dos platos del día, siempre con un punto picante, con abundantes raciones que combinan sopa de fideos acompañada de carne y verduras. No os asustéis si hay cola, son rápidos y enseguida tendréis mesa.

Urban Spree

Urban Spree

La popular escena de Berlín ha crecido al calor de los clubes alternativos generalmente ubicados en zonas industriales empobrecidas y levantados con muy pocos medios. Urban Spree ha sido uno de los revitalizadores de la zona de Revaler Strasse, enFriederichschain, conocida ahora como la “milla del clubbing”. Las antiguas fábricas son aprovechadas tanto de día como de noche para todo tipo de actividades que van desde la escalada en rocódromo a las exposiciones de arte. Por la noche, encontramos conciertos también diversos con estilos como el free-jazz o el acid-folk, sin olvidar las sesiones de electrónica que han hecho famoso a Berlín por todo el mundo.

Lido
@Tommy Tannock

Lido

Estamos delante de una de las instituciones del popular barrio de Kreuzberg, una sala alternativa indie que aprovecha el edificio de un antiguo cine de los años 50, con su bar lleno de neones y sus formas en curva muy insinuantes. El Lido es parada obligada de los mejoresconciertos de rock de la ciudad. La programación regular se combina con sesiones de DJ donde resultan imprescindibles los clásicos temas de los grupos icónicos de las guitarras. Dispone, además, de una zona al aire libre que resulta un bálsamo en las calurosas sesiones de primavera y verano.

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SO36

SO36

Uno de los clubs más populares de Berlín toma el nombre del código postal del distrito. El SO36 ha superado su pasado como local emblemático de la escena okupa anarquista del Berlín Occidental. Durante años estuvo regentado por el prolífico artista plásticoMartin Kippenberger, encargado de hacer pasar por el local a los grupos más importantes de la escena contestataria. Todavía con décadas de sudor y cerveza impregnadas en sus muros y sin traicionar la esencia politizada, el espacio quiere digerir su pasado al mismo tiempo que se abre hacia un futuro donde caben las nuevas formas de la vida alternativa de Berlín. No es difícil encontrar público de la comunidad gayy lesbiana turca que aporta su mezcla de danza orienta y clásicos electrónicos. Curiosa amalgama.

White Trash
©Elan Fleisher

White Trash

La frecuente presencia de personal norteamericano situó este local en el centro de las preferencias de los expatriados de Berlín. Al principio puede parecer solo un restaurante porque todavía conservan las estructuras de madera del establecimiento original. Pero White Trashes mucho más que un conjunto de ornamentos orientales de lo más kitch, es una fórmula que nos permite llenar el estómago con hamburguesas y cervezas hasta la madrugada o bajar a las fiestas del sótano despiertas hasta el amanecer. Las strippers de las ventanas nos recuerdan por momentos al Distrito Rojo de Amsterdam. En los últimos tiempos su Pop Party se ha transformado en un acontecimiento imprescindible de los viernes noche. El resto de días encontraréis el mejor indie, rock y la electrónica más actual.

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©Ema Discordant

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://about blank parece realmente más viejo de lo que es. Es un ejemplo del típico club con estética Berlín, con grafitis cubriendo hasta el último rincón de sus muros. Que no os engañe su exterior austero y con aspecto de abandono, por dentro es acogedor en todos los sentidos. Está muy cerca de la estación deOstkreuz, rodeado de jardines para hacer fiestas en primavera y verano, con una caravana que hace de zona chill-out. En el interior del local están las dos pistas de baile siempre abarrotadas, rodeadas de sofás de cuero gastado. Resulta muy complicado definir su estilo musical predominante, cultivan una mezcla de electrónica que salta del hard techno al deep house. También son el hogar de acogida de la fiesta de culto gay Homopatik, amenizada por el conocido DJ Mr. Ties.

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