Escapada a Calafell: íberos, deporte y patrimonio junto al mar

Comenzaremos nuestra estancia interactuando con la naturaleza y la práctica del deporte. Situado en el kilómetro 2 de la carretera de Calafell a Bellvei del Penedès se encuentra el club de golf La Graiera. El campo consta de 18 hoyos par 72, en un entorno boscoso y natural. El recorrido es muy ondulado, y disfruta de tres espectaculares lagos con fauna del territorio (ya sabéis, ¡intentad que la pelotita no se vaya también a hacer su vida en algún lago!). El club de golf La Graiera renovó en 2012 sus instalaciones con una nueva casa club que ofrece servicio de restaurante durante el mediodía y bar a lo largo de toda la jornada.

En la primera mañana en Calafell os animamos a que no os levantéis demasiado tarde y así poder probar qué es eso de la marcha nórdica que en los últimos años está teniendo tan buena acogida en Calafell y en otros lugares. La Regidoria de Turisme de l'Ajuntament de Calafell es miembro del Club de Turismo Activo (de la Agencia Catalana de Turismo) y promueve esta actividad gratuita, que simplemente consiste en incorporar a la acción de caminar unos bastones especiales. Una actividad física aeróbica y cardiosaludable. No os preocupéis por los bastones. Hay monitores titulados que os los prestarán y os introducirán en la práctica y la técnica del 'Nordic Walking'.

El punto de encuentro es la plaza de los Países Catalanes, los sábados y domingos de marzo, abril, mayo y octubre a las 9 de la mañana, y también los fines de semana de los meses de junio, julio, agosto y septiembre una hora antes, a las 8 h.

Ahora bien, si sois unos apasionados de las actividades náuticas, como os podéis imaginar en Calafell también podréis practicarlas. La escuela de vela de Calafell os ofrece la posibilidad de empezar a descubrir las emociones de las regatas con una sólida base técnica, que también os servirá para acumular experiencias al límite como navegante. También se ofrecen paseos a vela, cursos y clases particulares, alquiler de catamaranes, kayaks...

Pero quizás lo que el cuerpo os pide, sobre todo si el sol aprieta, es hacer la lagartija sobre la toalla y remojaros de vez en cuando. En Calafell podréis disfrutar de cinco kilómetros de arena dorada y de sus aguas ricas en yodo. Las tres playas y el paseo marítimo de la población fueron los primeros de Cataluña en obtener la certificación ISO 14.001 por parte de la Entidad Certificadora AENOR, en el año 2003. La bandera azul está presente en todas las playas desde el año 1992. Unas playas ideales para el turismo familiar (hay quien las ha bautizado como "las playas del biberón"), por la calidad de la arena y del agua, por la tranquilidad del mar y por la suavidad de las pendientes cuando uno se adentra.

Para coger fuerza de cara a la tarde, os recomendamos probar el xató y el arrossejat en cualquiera de los restaurantes que encontraréis en el municipio.

Los amantes de la historia y de la arqueología no se pueden perder esta visita. La Ciudadela Ibérica de Calafell es un singular equipamiento cultural donde veinte años de excavaciones arqueológicas han permitido la reconstrucción in situ del yacimiento. Tras rigurosos estudios, los arqueólogos han reproducido el aspecto de las murallas, calles y casas, como serían entre los siglos VI y I aC. La visita está pensada como un salto en el tiempo, y es fácil entender cómo eran las formas de vida, las costumbres y los rasgos fundamentales de la cultura ibérica.

Luego, os invitamos a conocer el casco antiguo de Calafell, de sabor medieval. En lo alto, el Castillo de la Santa Creu, originario del siglo XI, si bien se han encontrado restos de cabañas de campesinos y silos de grano del siglo VIII. Se ofrecen visitas guiadas, en las que os informarán que el castillo fue destruido en el siglo XVII, pero conserva en buen estado la iglesia (con tumbas antropomorfas y el altar de la Santa Creu), el conjuratorio, el campanario, la cárcel y la cisterna, que permite bajar bajo tierra y descubrir los grafitos de los barcos piratas.

Otro lugar de interés del municipio es la Confradia Centre d'Interpretació del Calafell Pescador, en el centro del paseo Marítimo, justo al final (o inicio) de la calle de Sant Pere. El edificio, de una sola planta y de colores blancos y azules, es sencillo, pero tiene detrás muchos años de historia y recuerdos. De hecho, la Cofradía –el Pósito, como se le conoce popularmente–, tenía una función social para toda la población de Calafell, y la entidad colaboró tanto en la adquisición de un coche fúnebre como en la construcción de unas escuelas. La Cofradía acoge también el Hogar del Pescador Jubilado, y allí mismo tenéis que ver la "maquinilla", la máquina para arrastrar las barcas original de los años 20 del siglo pasado, y hoy en día bien cultural de interés nacional.

La última tarde la empezaremos en Segur de Calafell y nos dirigiremos hacia el puerto. Se inauguró hace poco más de una década, y disfruta de todo tipo de servicios, restaurantes, bares, heladerías, tiendas de pesca, así como también la posibilidad de practicar deportes náuticos. Así pues, ¡un buen lugar donde "perder" unas horas!

Aunque quizás os habéis olvidado comprar algún regalo o algo para vosotros... ¡No hay problema si hoy es domingo por la tarde! La mayoría de comercios de la población los encontraréis abiertos, ya que como municipio turístico Calafell dispone de este privilegio. Y su oferta comercial es extensa, con tiendas de moda, librerías, zapaterías, artículos de regalo o floristerías. Si lo que necesitáis son productos frescos y de calidad, acercáos al Mercado Municipal, en la playa de Calafell. Una playa de la que también ya nos podemos despedir... ¡hasta una próxima ocasión!