Ana de Alvear nos invita a reflexionar sobre lo efímero de la vida y la realidad en esta envolvente exposición del Museo Lázaro Galdiano. A través del hiperrealismo fotográfico que se desprende de sus dibujos de bodegones, un género pictórico que se remonta a la antigüedad y que tuvo su máximo esplendor durante los siglos XVII y XVIII, la artista nos lleva a cuestionarnos lo real y lo falso, lo verdadero y lo simulado, lo que creemos ver y lo que vemos.
Alvear recurre a arquetipos, representaciones que se consideran modelo de manifestaciones de la realidad –como puede ser la inocencia, reflejada aquí en los peluches–, para centrarse en el tema que recorre toda su obra: la autoestima. Estos arquetipos los utiliza con el fin de facilitar su reconocimiento por parte del público y generar identificación con ellos o provocar su rechazo; una sensación de querer y a la vez no querer mirar y sentir lo que evocan sus trazos.