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La comedia española continúa siendo uno de los géneros más prefabricados en la actualidad. Hay poco atisbo para la originalidad y la frescura, y solo autores con una visión más desinhibida como Paco León, consiguen imprimir un poco de personalidad a un panorama que parece ensimismado en seguir los mismos clichés de siempre.
Siguiendo el modelo de 'Ocho apellidos vascos', surge 'Cuerpo de élite', en la que la mayoría de los chistes se encuentran supeditados a las diferencias culturales de las distintas comunidades autónomas que representa cada uno de los protagonistas. Y no es que no tenga su gracia. Al fin y al cabo es una película sin pretensiones, un entretenimiento banal que cumple su función a la perfección. Pero lo malo, lo triste, es que mejores o peores, da la sensación de que siempre es lo mismo.