De tal padre, tal hijo

Un par de familias de carácter y condición social dispar descubren que sus hijos fueron intercambiados al nacer. ¿Quedarse con el niño con quien han convivido durante años o elegir aquel con quien comparten la sangre? Para resolver esta pregunta y hacer frente a una trama que fácilmente podría caer en el dramatismo gratuito y acentuado, el director Hirokazu Koreeda se arma de respeto y de tacto. La figura de uno de los padres emerge en el relato: él ocupa a menudo el primer término del plano, él es quien más varía a lo largo del metraje.
Con toques de humor y profundamente rítmica, 'De tal padre tal hijo' se mueve al son de las 'Variaciones Goldberg'. La partitura de Bach no sólo tiene sentido en el relato (uno de los niños quiere aprender a tocar el piano para impresionar al padre, que se muestra distante), sino que marca también el tono del filme: diáfano, sin estridencias, determinado, sensible, limpio y que le da vueltas, variaciones, a una misma pregunta.