El becario

Las comedias de Nancy Meyers son el equivalente cinematográfico a un plato de macarrones con queso. Con la última, 'El becario', sentiréis que os precipitáis hacia el coma del 'feel-good'. Robert de Niro interpreta a un rutilante jubilado de Nueva York que cada mañana, a las 7.15, se instala en un Starbucks a leer el periódico. Un día decide inscribirse en un programa de becas laborales para la tercera edad, y después de una entrevista le envían a hacer prácticas a una empresa de venta de moda online que apenas levanta velas. Su jefa es una joven muy curiosa, interpretada por Anne Hathaway, que va dando vueltas arriba y abajo en una fábrica de Brooklyn remodelada, inquieta por las presiones continuas de sus inversores. Aquí es donde nos encontramos, varados en una imagen del mundo de la moda inverosímil, donde nadie se hace la puñeta y todos los personajes parecen psicológicamente equilibrados y, además, solidarios. Esta es otra comedia ligera, sin mucho ideas de fondo. Pero De Niro lo hace todo simpático.