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No hay nada nuevo o sorprendente en este film de terror. Es género en estado puro, con lo que ello significa de bueno y malo. Cine de sustos, donde tienes que estar atento para no dejarte asustar más de la cuenta, la historia no tiene ningún misterio: estamos en una ciudad costera de la India donde vive una pareja americana con dos hijos, tras sufrir una gran pérdida. La madre, desconsolada, intenta todo para reencontrar la paz y olvidar su culpa. Incluso está dispuesta a arriesgarse a abrir puertas que nunca deberían abrirse porque no sabes qué te puedes encontrar en el otro lado. Eso es todo. El film no saca partido ni de los escenarios hindúes, ni de los misterios de una religión oculta y oscura, ni de unos actores que vienen del mundo de la televisión donde han participado en series muy importantes. 'El otro lado de la puerta' se limita a asustar con golpes de efecto y con mucho maquillaje. Un buen ejemplo de lo que antes se llamaba serie B y que ahora ya no sé qué sentido tiene hacer en el cine.