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Que 'La partícula de Dios' haya tardado tres años en estrenarse ya da una pista de que hay algún problema en este delirante filme que mezcla cine negro, ciencia ficción, sexo y comedia. Un detective privado escapado de una novela de Chandler; un boxeador ruso enloquecido; una 'femme fatale' desaparecida; un científico travestido en mujer rubia; un grupo de policías corruptos; 30 millones de dólares en diamantes; y un físico loco que quiere sentarse al lado de Dios. En realidad, esta historia inclasificable es un disparate tan grande que no sabes por dónde cogerlo. Quizás lo mejor es dejarse ir por la apuesta de Tony Krantz, productor de 'Mulholland drive' y de algunas de las series más interesantes de los últimos años, y acompañar a Antonio Banderas en busca de una mujer y un misterio en una aventura donde seguro que se sintió tan cómodo como en un filme de Almodóvar.