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La repesca de Guy Ritchie, ‘The Man From UNCLE’-la serie de televisión de espías de los sesenta que nadie de menos de 50 recordará- tiene cierta luz. El emplazamiento entorno a la Guerra Fría Europea es una excusa para rendir homenaje a sus vagas influencias (incluyendo Ian Fleming y John le Carré) además de de una excusa para abrazar ambiciones de vieja escuela y atmósfera de aventura retro. Todo es pulpa y no hay política. Esta 'UNCLE' prefiere hacer reír cuando la nueva escuela de James Bond sería una mueca, y ofrece así un vivo puñetazo en la cara donde le Carré dispararía a sus personajes a traición y por la espalda.
Se trata de una historia familiar de espías, con deslealtad, giros, agentes dobles y una trama nuclear para destruir el mundo. La película salta de Berlín a Roma, teniendo en otros lugares de Europa escenas a lo largo del camino. En la trama encontramos al espía estadounidense Henry Cavill enfrentado al ejercito del bloque del este comandado por Alicia Vikander con Hugh Grant como compañero de viaje y Jared Harris jugando a mover los hilos desde la sombra. Estamos de suerte, es graciosa y al mismo tiempo sabe ser madura en el sentido paródico, por lo que no nos cansa tan rápidamente. Aunque no está lejos de conseguirlo.
Todo este encanto es un poco sorprendente teniendo en cuenta que el papel de su trío protagonista, Cavill, Hammer y Vikander, se nota tan carismático como acartonado. Como resultado, los dos hombres tienen una relación especialmente chirriante, algo Ritchie conjuró previamente entre Robert Downey Jr. y Jude Law en sus películas de 'Sherlock Holmes'. Uno se pregunta si esto es lo que Ritchie hace mejor: 'bromances' de acción a plazo fijo en mundos de cómic retirados de la realidad por lo que no tiene que molestarse con la sutileza. Todavía es bueno con las mujeres, Vikander es una presencia divertida, pero en última instancia, bastante apartada, y en el peor de los casos, marginal y resultona.
Lejos de la perfección. Escenas del final con referencias al torturador nazi Josef Mengele resultan de un extremo mal gusto. Además, la película entra en una fase exagerada y molesta hacia el final, donde la acción lo conquista todo. Pero 'UNCLE' tiene bastante estilo y ideas para convertirse en una película de verano: una mezcla cultivada de acción e ingenio, trajes y ciudades, que se siente refrescantemente analógica en un mundo digital. La confianza de la escena final sugiere que habrá secuelas, mejor para nosotros.