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Stockholm

  • Cine
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Stockholm
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Time Out dice

3 de 5 estrellas

Él y Ella desarrollan una versión muy particular del síndrome de Estocolmo. Él haría cualquier cosa por seducirla, aunque ella le gira la cara, le hace preguntas comprometidas, le pone pruebas de fuego y rechaza sistemáticamente sus besos. Del secuestro consentido, nace una enfermiza dependencia. Lo que comienza como una versión en exceso teatral –los diálogos distan mucho de ser naturales, como si hubiera un apuntador pegado al oído de los actores– de 'Antes del amanecer' se transforma, de manera sorprendente, en una incómoda película de Polanski, salvando, claro, las distancias. Si Rodrigo Sorogoyen no estuviera tan preocupado por sobreexplicar la actitud de su pareja protagonista, Stockholm sería una cuidadosa reflexión sobre el juego de dominación implícito en toda estrategia de seducción, que confunde y diluye las fronteras entre el verdugo y la víctima, el depredador y la presa. Aún así, se agradece la sensación de extrañamiento que transmite tan modesta apuesta.

Escrito por Sergi Sánchez
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