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Alabama Monroe

Tatuajes míticos del cine

De Robert Mitchum a Viggo Mortensen, las pieles más dibujadas de la historia

Escrito por
Time Out Madrid editors
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Para algunos, los tatuajes son una forma de expresión artística grabada para siempre en la piel. Para otros, una moda pasajera. Pero en el cine, donde cada vez se cuidan más los detalles, el dibujo de una calavera en el brazo, un tatuaje en la mano o el nombre de un examante en letras góticas en el muslo pueden reforzar el carácter de un personaje o, incluso, destacar un rasgo de su personalidad que hasta ese momento era inapreciable. Repasamos la historia cinematográfica para traeros los mejores tatuajes del séptimo arte. Algunos seguro que os suenan, otros solo los más observadores los recordarán. 

'The pillow book', de Peter Greenaway

'The pillow book', de Peter Greenaway

El primer héroe de piel tintada es Ewan McGregor. Tenía 24 años, la última edad con la que te puedes permitir ir por el mundo con la media melena de Príncipe de Beukelaer, cuando se prestó de cuello a tobillos para que le tatuaran el argumento de un libro oriental, con todas las letras. Después se convirtió en un ejemplar único, muy codiciado. Es lo que te pasa cuando te transformas en edición limitada.
'Memento', de Christopher Nolan

'Memento', de Christopher Nolan

Aquí un pobre pringado no sabía que existe un invento superútil que se llama 'post-it', que se puede comprar por cuatro duros en cualquier papelería de barrio. En vez de tomar apuntes en un bloc de notas, como cualquier detective oficioso, se hacía tatuajes recordatorios. Bien visto, la estrategia era bastante inteligente: imposible perder la información. Lo que pasa es que, el pobre, quedó hecho un cromo.
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'La noche del cazador', de Charles Laughton

'La noche del cazador', de Charles Laughton

Robert Mitchum  es el hombre del saco, un diablo vestido de predicador protestante que lleva las palabras 'Love' y 'Hate' tatuadas en los dedos, en letras mayúsculas y tinta negra, como si hubiera metido los puños en una imprenta. Un tatuaje en la mano simple, pero muy efectivo. Décadas más tarde le salió un imitador de pacotilla, Charlie de 'Lost'. Pero tenía tan poca clase…

'Elektra', de Rob Bowman

'Elektra', de Rob Bowman

Chris Ackerman es como un pokémon. ¿Su arma? Un zoológico de animales salvajes que lleva estampados en el abdomen, y que cobran vida cada vez que tiene que librar una batalla. Aquí veis un lobo saliendo de sus costillas. Antes era una calcomanía, y ahora ha tomado la forma de una bestia de colmillos tan afilados que te podría abrir en canal con sólo una caricia. Salvo tatuajes en las manos y en la cara, no le falta detalle.

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'Sopa de ganso', de Leo McCarey

'Sopa de ganso', de Leo McCarey

La versión divertida de Chris Ackerman y su ejército de las tinieblas es el bueno de Harpo Marx. En los despachos de Freedonia se abrió la camisa y enseñó que justo sobre el ombligo tenía una caseta de perro tatuada. Su hermano Groucho, puro en mano, acercó la nariz y, con voz felina, profirió un largo "¡miauuuuu!". Al otro lado de la puerta, un perro con malas pulgas respondió su osadía con un ladrido quejoso.
'Moby Dick', de John Huston

'Moby Dick', de John Huston

Herman Melville ya dejó escrito que Queequeg, aquel indígena que viajaba entre la tripulación del capitán Ahab en la búsqueda de la ballena blanca, tenía la cara como una máscara tribal. En su versión cinematográfica del clásico, John Huston fue un poco más allá. En la peli, los tatuajes de Queequeg tenían un relieve trenzado. Era como si alguien le hubiera trepanado la frente con un punzón.
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'Alabama Monroe', de Felix Van Groeningen

'Alabama Monroe', de Felix Van Groeningen

Lo que más nos ha conmovido de 'Alabama Monroe' es la imagen de Veerle Baetens vestida de 'pin-up' flamenca estirada sobre el capó de la camioneta, con sus dos docenas de tatuajes a la vista. Dice que tiene el mal vicio de tatuarse el nombre de los hombres a los que ama sobre la piel, y que cada vez que alguno le rompe el corazón hace tapar su firma con un nuevo tattoo. Su cuerpo es un cementerio de amantes sepultados y nunca un tatuaje en la mano lució tan sexy. Sí, quizá le habría salido más a cuenta tirar de calcomanía, o comprarse un buen rotulador.

'Promesas del Este', de David Cronenberg

'Promesas del Este', de David Cronenberg

Todos recordamos la lucha en la sauna turca porque confirmamos una muy extendida sospecha: Viggo Mortensen es un macho bien dotado. Si hubierais desviado la mirada de aquel portento de entrepierna, también hubierais visto que su cuerpo parecía el mapa del tesoro de Long John Silver. El más vistoso era la cruz griega de un palmo que llevaba estampada sobre el esternón, aunque los tatuajes de manos y brazos no se quedan tampoco atrás. 

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'El hombre ilustrado', de Jack Smight

'El hombre ilustrado', de Jack Smight

El cuerpo completamente tatuado de un vagabundo sirve como hilo para contar las historias que ya narró Ray Bradbury en una recopilación homónima de 18 cuentos de ciencia ficción sobre la naturaleza humana. Cada tatuaje que Rod Steiger luce en su cuerpo representa uno de los textos y fueron dibujados sobre su piel supuestamente por una mujer del futuro. La realidad es que el equipo de realizadores y maquillaje se ganó bien su sueldo en esta película. Tanto es así que les dedicaron el documental ‘The Making of The Ilustrated Man’.

'Tatuaje', de Bigas Luna

'Tatuaje', de Bigas Luna

Un cadáver es recogido en las aguas de la Barceloneta. No sabemos gran cosa. Sólo que lleva una inscripción en el brazo: "He nacido para revolucionar el infierno". ¿Estamos, quizá, ante un Lucifer derrotado? Las investigaciones del Pepe Carvalho de Montalbán llegan al cine gracias al añorado Bigas Luna. ¿Sabéis que esta fue su primera película? ¡Incluso antes de 'Bilbao'!

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