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Sin ser ninguna maravilla, 'El coleccionista' (2009), escrita y dirigida por Marcus Dunstan, era un truculento espectáculo de horror, donde la habilidad del realizador para asustar al espectador con el juego del gato y el ratón se combinaba con cierto gusto por filmar la mutilación y la tortura. Son los tiempos del 'torture porn'... Pero a su secuela, 'The collection', también escrita y dirigida por Marcus Dunstan, las limitadas virtudes del original se desvanecen. Todo es circo (romano) y 'gore' gratuito. La figura del retorcido psicópata que va creando trampas infernales y complicadas, controlando una fábrica abandonada donde tortura y mata a todas sus víctimas (el juego del gato y el ratón a escala industrial), resulta ridícula. Sospechamos que el plagio en la franquicia de 'Saw' no es la razón de la película, sino una vulgar excusa comercial para justificar la existencia de un producto bastante olvidable.