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Curiosa 'opera prima' de Andrew Mogel y Jarrad Paul (coguionistas de 'Di que sí', esa gran comedia de Peyton Reed), 'The D Train' indaga en las miserias de la América provinciana a través de un personaje patético , obsesionado por agradar siempre a los demás y ser como la mayoría. Este deseo irracional le llevará a reencontrar a un viejo amigo del instituto y, a partir de ahí, aprender un par de cosillas sobre la vida. Con un cuidado sentido de la observación y un buen pulso para la comedia, los directores logran una película mordaz, con mucha mala baba, que termina dibujando una comunidad brutalmente cerrada sobre sí misma. Y aunque a veces resulta demasiado discursiva y moralizante, siempre hay actores como Jack Black, Richard Jenkins o Kathryn Hahn dispuestos a eludir la falsa trascendencia sin perder ni un gramo de fuerza, ni una molécula de energía.