Tres hermanos y una herencia

En 1995, Didier Bourdon, Bernard Campan y Pascal Légitimus rodaron una comedia no muy divertida titulada 'Tres hermanos ... muy primos'. No sé qué extraño capricho ha hecho que 20 años después este trío de cómicos sin gota de gracia hayan decidido volver a los mismos personajes y una situación prácticamente igual, en una película que parece un pésimo 'remake' de la primera entrega. Si ya aquél era infumable, éste hace enrojecer al espectador que no sabe dónde meterse ante tal cúmulo de chistes malos y situaciones tópicas, previsibles y sobre todo muy mal resueltas. Podrían habérselo ahorrado. O, al menos, nos lo podían haber ahorrado nosotros. Lo que hagan en Francia es su problema, y hay un tipo de humor que no traspasa bien las fronteras. En España tenemos algunos buenos ejemplos de ello. Precisamente porque lo sabemos, no pretendemos estrenar más allá de los Pirineos. Ellos deberían hacer lo mismo.