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Un día perfecto

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Un día perfecto
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Time Out dice

Te gusten más o menos, es innegable que las películas de Fernando León de Aranoa son mecanismos de relojería diseñados por un guionista fiel a sus manuales de cabecera, donde la palabra ‘planting’ y la obsesión por cuadrar el círculo de los tres actos ocupan un lugar destacado. Así pues, más allá de sus preocupaciones por el cine social, en 'Un día perfecto', la primera incursión en aguar internacionales de Aranoa, no hay momento o línea de diálogo que sea casual o espontánea. El problema no es tanto su frialdad programática como que este western de aspiraciones hawksianas ambientado al final de la guerra civil de la antigua Yugoslavia nunca consigue la intensidad dramática que persigue. Su corrección política no nos dice nada nuevo ni sobre el papel de las ONG en situaciones de conflicto ni de la hipocresía paternalista de las fuerzas de la paz.

Escrito por Sergi Sánchez
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