Construido en el siglo XVIII por los marqueses de Guadalcázar sobre una propiedad del Noviciado de la Compañía de Jesús, el palacio Bauer es uno de esos tesoros a la vista pero en los que tantas veces no reparamos de Madrid. ¿Cómo hacerlo, si está en pleno San Bernardo, junto a la calle Pez, un lugar por donde siempre pasamos camino de algo, deprisa, muy deprisa? Pues hoy toca detenerte en este monumento histórico (lo es desde 1972), propiedad a finales del siglo pasado de la familia de banqueros judíos Bauer, convertido actualmente en una maravillosa Escuela Superior de Canto.
Y puede que el alma musical le viniera heredada, puesto que los Bauer eran famosos por sus fiestas y su gran baile de gala y su palacio estaba considerado como de los más elegantes de la época. Y los músicos eran bienvenidos en reuniones más pequeñas, en su mítico salón de los músicos. ¿Cómo no querer visitarlo? Este esplendor se truncó, lógicamente, con la Guerra, y el palacio fue adquirido por el Estado en 1940. Tras ser sede, entre otras, de la Resad, en 1972 fue declarado Monumento Nacional. Desde entonces el palacio se ha llenado otra vez de música y acoge las dependencias de la Escuela Superior de Canto.