Es uno de los bares más veteranos y rotundos de Alonso Martínez. También, uno de los más clásicos. Sus camareros sirven cervezas, vinos o copas a treintañeros que charlan sobre la última peli del cine o el partido de fútbol del sábado.
Su decoración clásica se basa en madera y botellas de colores iluminadas.Hay mesas bajas para comer y más altas para las cañas. Sus amplios y cómodos sillones están pegados al ventanal para que el espectador pueda inspirarse con la lluvia de fuera o sea bañado por el sol. En verano ponen una agradable terraza que se salva por los pelos del ruido del centro.