Ese nombre tan inusual indica que El Perro es, sobre todo, un local diferente. La política de la música es una mezcla de todo: hip hop, house, soul y funk de los DJs residentes. Las actuaciones en directo también abarcan el heavy metal, lo que podría hacer que tengan a Aretha Franklin una noche y una banda tributo a Metallica a la siguiente. El público viene de todas las clases sociales. Una mezcla que no debería funcionar, pero en realidad lo hace.
Su programación de música en directo los fines de semana es su punto fuerte, además del buenrollismo que siempre fluye por la sala.