[CERRADO] Si ya es difícil ver la costa gallega desde el centro de Madrid, aún lo es más si esa ventana se encuentra a pie de calle. Pero una leve navaja troceada y presentada con su propio jugo puede obrar el milagro. Volamos a 600km de allí como los pájaros (¿gaviotas?) que se desprenden de la segunda A del rotundo logo, ATLANTICA (barra). Y regresamos, antes de que llegará el segundo turno (sí, hay dos turnos en mesa), con el ánimo que procuran la crema de orujo y el licor café. Bien seleccionados, por cierto. Como el resto de su bodega, escueta, de caminos poco trillados y 100% gallega. ¡Diana!
Aquella navaja, junto a unos espléndidos mejillones sutilmente marinados y unos berberechos dispuestos sobre una rodaja de lima, fue la puerta de entrada a su muy recomendable menú Dame dComer. Una moluscada, como reza la carta, que adelanta las señas de identidad de esta marisquería resuelta y urbanita, el definitivo aterrizaje capitalino de Marcos Cerqueiro y Iago Pazos (Abastos 2.0, Loxe Mareiro), tras su paso por The table by. A saber, proyecto informal (negocio al que tienen perfectamente tomadas las medidas) y producto de primer orden. Zona de barra y comedor unidos (sumarán el Almacén, un espacio en el piso inferior reservado para quien quiera darse un homenaje -105€- con los amigos), madera y paredes blancas, cubertería de cerámica de tintes nipones, un escaparate para lucir el género, ambiente bullicioso, servicio amabilísimo, y una gran mesa corrida, protagonista pero quizás demasiado exprimida (el codo con codo rema a favor de la rotación ágil que exigen los turnos pero no de la comodidad; basta reducir dos/tres comensales).
El menú sigue con PeixesNús, su airosa traducción de un tiradito (aquel día fue sargo), una personalísima y exquisita empanada, un pescado del día (disfrutamos un lomito de jurel, acertado de punto y aderezos) y unos refrescantes gajos de manzana encurtida para terminar. A lo largo del recorrido encontraréis varios desvíos: almejas como aperitivo, un plato de pulpo o de carne e incluso otro postre (más dulce). Muy seductor todo.
Si no fuera por el doble turno, con semejante calidad-precio pronto se les iba a quedar pequeño.
