El restaurante Hevia, referente capitalino por su propuesta de culto al producto, sus platos de cocina tradicional y su impecable servicio, acondiciona cada año su agradable terraza en el barrio Salamanca para adecuarla a la llegada del frío y permitir su disfrute también en los meses de otoño e invierno. ¿Una curiosidad histórica? ¡La terraza de Hevia tiene casi setenta años! Fue inaugurada en el año 1964, a la par que el restaurante, fundado por Pepe Hevia, y resultó, de hecho, una de las primeras de nuestro país en apostar por una decoración singular y una atmósfera elegante, con manteles largos, luces indirectas, flores frescas e hilo musical, al estilo puro estilo de las terrazas parisinas que tomaba como referencia.
Le ha costado, pero parece que el frío ya ha llegado a la ciudad, y eso hace que entren ganas de acomodarse en una terraza cubierta y aclimatada o en espacios realmente amplios, donde solo un ventanal te separa del exterior. Y ya sea que llueva, nieve o sople el viento, hay muchos sitios agradables y bonitos que hacen que merezca la pena salir del refugio del hogar para comer fuera de casa. Toma nota.
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