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La coctelería 33 By Santi Ortiz ha renacido con un planteamiento que, de tan sencillo y efectivo, parece vanguardista. Cafetería de especialidad de día, coctelería de noche. Y en las dos franjas, inspiración japonesa aplicada al momento del día que le corresponde, con piezas de comida y bebida que aquí todavía no se han convertido en omnipresentes.
De día: café de especialidad de los tostadores locales Three Marks Coffe y 'shokupans', un pan de molde japonés que es una delicia esponjosa y que ellos rellenan con recetas como cerdo asado deshilachado con salsa 'okonomiyaki'. De noche: una coctelería con tragos de creación propia y que pone énfasis en el 'highball' –cóctel de whisky y soda– hecho con destilados japoneses (aunque te puedes clavar un cóctel a las diez de la mañana, o un café con leche con rollo de canela de madrugada).
Vikki, la 'bartender', me explica que “el hielo aquí es muy importante: lo hacemos nosotros mismos, a mano”. Un exquisito ejemplo es su versión del gintónic, Momo: lo hacen con ginebra, soda de cereza japonesa y esencia de yuzu (¡y te llega con campana y un disparo de vapor de frutos del bosque!). Pese a la parafernalia, cuesta 10 euros y es delicioso. ¿Verdad que no se te había ocurrido que puedes pillar una cogorza y aliviar la resaca en el mismo bar?