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En el Aquàrium proponen una de esas experiencias que se pueden vivir pocas veces en la vida: sumergirse con tiburones. Ir a visitarlos a su casa, ver como nadan a dos palmos de ti, están tan cerca que casi puedes contar sus dientes y ver con detalle las manchas de su piel. Es una de las actividades de celebración del 20º aniversario del centro y está abierta a todo el mundo que tenga más de 8 años.
Primero de todo conoceréis a vuestro instructor, en mi caso Santi, la amabilidad personificada. Os pondréis el neopreno y ¡hacia el tanque! Allí os enseñarán las nociones básicas del submarinismo como las señales para indicar que todo va bien o que queréis salir de allí inmediatamente, a respirar con el regulador y las técnicas de flotabilidad. Que no os asuste tanta tecnicismo. Si sois como yo y todavía os peleáis con el tubo para hacer 'snorkel' también lo podéis hacer con mucha dignidad. ¡No es nada difícil!
El agua está a una temperatura de 17 grados así que tendréis un poco de frío, pero la adrenalina hará que os olvidéis de todo: es relajante estar bajo el agua y ver como la vida parece que pase a cámara lenta.
Una vez hemos aprendido a respirar con la botella y a estar de rodillas sin flotar es la hora de meternos en la jaula desde donde os sentiréis como un pececito más, allí entre rayas, las morenas –¡estas sí que dan miedo!– y los tiburones. En el tanque central del Aquàrium hay nueve tiburones toro. Miden entre dos metros y medio y tres metros y sí, tienen la misma cara de mala leche que el tiburón de 'Buscando a Nemo', ¡pero son fascinantes!
La actividad tiene un precio de 150 euros y se hace cada día en tres tornos: a las 9.30, a las 12 y a las 16 horas. Dura unas tres horas y es una forma diferente y muy divertida de tener un primer contacto con el mundo del submarinismo. Podéis ir con un acompañante que os verá desde fuera y os podrá hacer tantas fotos como queráis.
Si ya tenéis el curso de buceo –PADI– también disponen de una actividad donde podréis pasar directamente al tanque y nadar con los tiburones, sin jaula protectora de por medio. Y para los más pequeños, ¿qué os parece dormir en el Aquàrium al lado de donde duermen los tiburones?
