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Baixades

11 calles de Barcelona donde hacer una buena bajada

Amantes del desnivel negativo, ¡soltaos por estas bajadas!

Escrito por
Carlota Martí
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Cuando veis o localizáis una... se os escapa una sonrisa. ¡Normal! Ponéis un pie, el otro, se os acelera el ritmo cardíaco y al llegar al final, notáis un cosquilleo por todo el cuerpo. Correr por una buena bajadanos encanta. Pero hacedlo con cabeza. Siempre con técnica, precisión y control para no hacer sufrir más de la cuenta a rodillas y tobillos. Sarrià, El Putxet, El Carmelo, El Poble Sec, Roquetes, El Coll... Si salís a correr o caminar, añadir un punto de emoción a vuestro itinerario incluyendo alguna de las calles que os recogemos. ¡Ánimo que hace bajada!

Calle de Castanyer

Calle de Castanyer

¿Sois ratas de biblioteca? Entonces, probablemente, habéis pasado más de un día entero en la Biblioteca Joan Maragall del Putxet. Nueva y reluciente, justo en la salida tiene una sorpresa para los amantes de las bajadas: la calle de Castanyer. De asfalto y con dos aceras estrechas a ambos lados, presenta una pendiente de campeonato sólo apta para valientes. La mayoría de vecinos intentan evitarla –sobre todo de subida–. ¡Mejor! Así, bajaréis con más libertad y frenaréis con más seguridad al llegar a Teodora Lamadrid. Si queréis más, cerca tenéis también la de Hurtado, otra de las calles de la zona que pican.

Castillo de Montjuïc

Castillo de Montjuïc

Seguro que alguna vez habéis subido hasta Montjuïc para ver una peli al aire libre. Entonces ya sabéis de qué va la cosa. Subidas, bajadas, vegetación y vistas. Si consultamos las rutas de running más populares de Barcelona según Strava nos encontramos que uno de los circuitos del top10 incluye un tramo de pendiente negativa junto a la fortaleza que corona Montjuïc. Empezad justo al lado de la parada del bus 150 y corred por la calle del Castell y la de Can Valero. Son 35 metros de desnivel negativo en 700 metros. Poned a prueba las piernas, también, en la carretera de Montjuïc.

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Bosque de Can Sentmenat
© Carlota Martí

Bosque de Can Sentmenat

Ah, ¿qué sois más de trail y soñáis con pareceros a Kilian Jornet? ¡Va, pisad barro! Hacednos caso: id a hacer el trote cochinero habitual por el infinitamente plano paseo de las Aguas y, a medio camino, desviaros hacia los Jardines de Can Sentmenat. Os encontraréis con una bajada con arena y piedras ideal para practicar vuestra técnica y para poneros a punto para la próxima carrera de montaña que tengáis apuntada en el calendario.

Torre Baró
© Maria Dias

Torre Baró

¿Conocéis el Parc Central de Nou Barris? ¡Es el segundo espacio verde de la ciudad en superficie! Fuentes, lagos e incluso un acueducto que en 1870 llevaba agua del Maresme a Barcelona. Arrancad desde la carretera Alta de Roquetes, pasad por la plaza de Karl Marx y dad un respiro a las piernas justo al salir del parque. 2,2 kilómetros donde cubriréis 115 metros de desnivel negativo.

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Park Güell

Park Güell

Los alrededores y el interior del Park Güell son caviar del bueno para los groupies de los descensos: ¡las calles empinadas no se acaban nunca! Molist, la calle de Sant Cugat, el pasaje de Mercedes o la avenida del Santuari de Sant Josep de la muntanya son perfectos. Probad también con uno de los que más pisan locales y visitantes: el tramo de tierra que va desde el camino de Can Mora hasta el Park Güell.

Finestrelles

Finestrelles

¿Habéis intentado alguna vez ir en moto hasta la plaza Mireia para correr por las Aguas? Nosotros, la primera vez nos perdimos por el camino y terminamos sufriendo por nuestra integridad en calles como Díaz de la Fuente, Finestrelles o la Avinguda Montanyenca. ¿Por qué? ¡Por cómo bajan! Obligan a apretar los frenos y a moverse con mucho cuidado. Id a pie, con bambas, y haced unos buenos descensos.

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Mundet
© Carlota Martí

Mundet

Un camino de carro en zigzag que es una auténtica maravilla. Normal que sea un fijo en la mayoría de rutas que siguen los runners barceloneses cuando quieren pisar arena. Sale al lado de Mundet y el Parque del Laberinto de Horta y sube hasta Collserola. ¿Muy cerca? El Mirador del Forat del Vent.

Calle de Iradier
© Carlota Martí

Calle de Iradier

Desde aquí compadecemos a los estudiantes de la UIC del Campus de Barcelona y, ahora entendemos porque la mayoría va hasta la universidad en moto. Pedimos disculpas por haberos acusado de pijos. La calle Iradier, que sube desde el paseo de la Bonanova hasta la Ronda de Dalt, tiene un desnivel de escándalo. ¿Habéis visto el último tramo? Más de una vez hemos calado el coche. ¡Hacedlo de bajada! Si os gusta todo lo que tiene que ver con el descenso... es un imperdible.

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Calle de Margarit

Calle de Margarit

Decidnos cuál es el stop que más odiáis de Barcelona. El de la calle de Margarit, ¿verdad? Nosotros necesitamos diez clases de autoescuela y dos tardes de lágrimas para aprender a hacerlo bien. Y, no hemos vuelto nunca con las manos en el volante. Preferimos acercarnos a pie y hacerlo en el sentido contrario: ¡de bajada! De hecho, lo ideal es salir de la Avenida Miramar, bajar las escaleras del primer tramo de Margarit y dejar atrás el stop en el ecuador del paseo.

Tibidabo
© Carlota Martí

Tibidabo

¡Del Tibidabo se baja a pie! O, al menos, un tramo, que se han de hacer piernas. El Camí de Vallvidrera que va hasta el Tibidabo no está muy transitado por coches y tiene un espacio –pequeño– donde pueden caminar peatones. Y hay unas vistas... ¡de escándalo! Os lo pasaréis bien bajando y, además, veréis Barcelona desde un nuevo punto de vista. Y, todo, después de haber gritado, reído y probado cada una de las atracciones de este parque de atracciones que aún nos arranca sonrisas.

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