Deporte en los parques de Barcelona

¿Tirolina? ¡Va! Sí, sí, todo es posible en Barcelona. En el parque de Joan Miró (Eixample) hay una combinación de neumático, cable y polea que os llevará directos a vuestra infancia. Seguramente, está dirigida a los más pequeños de la casa pero si la veis os aseguramos que no os podréis resistir a la tentación de usarla. Nosotros caímos rendidos a su encanto. Eso sí, mucha velocidad no cogeréis, el espacio es limitado y… ¡pesáis más que un niño de cinco años!

¿Preparados? Es una de las zonas más queridas por corredores, ciclistas y otros deportistas ‘domingueros’. En el Parc Fluvial del Besós encontraréis un extenso carril bici que también es amigo de runners y patinadores. Además, al lado de los caminos asfaltados para correr, os esperan unas amplias franjas de hierba ideales para jugar a pelota, saltar a la cuerda o hacer volteretas. Vaya, que es un parque con mucha alma deportiva.

¡Montañeros ya podéis sonreír! No hace falta ir muy lejos para hacer una buena excursión. Primero aguantaos las ganas de caminar y coged el ferrocarril hasta Baixador de Vallvidrera y, una vez allí, preparaos para disfrutar. Podréis visitar el pantano de Vallvidrera y caminar por la pasarela que hay para ver de bien cerca de todos los animales que viven en esas aguas. Después, caminad por el paseo de las fuentes, acercaos hasta la Vil·la Joana –la casa en la que pasó sus últimos años de vida Jacint Verdaguer –o dejaos sorprender por los jabalíes. Si preferís hacerlo con guía, los domingos por la mañana organizan caminatas de unas 4 horas con voluntarios del parque (T. 932 803 552).

Amantes del voley si no sentís el mismo amor por la playa y estáis hartos de llenaros de arena, estáis de enhorabuena. En el Parc de la Pegaso (Sant Andreu) encontraréis una red de voley para luciros sobre el asfalto. Se ha acabado eso de volver a casa con los bolsillos llenos de arena. Además, el parque es una maravilla y tiene rincones para todos los gustos. Zonas más recogidas, llenas de árboles y otras abiertas en las que dejaros bañar por el sol. Lo mejor es un canal de agua que rodea todo el espacio y que está cruzado por diferentes puentes que os harán sentir dentro de una pequeña aventura.

La gente los conoce porque ahí se encuentra la escuela Eina de diseño y por su aire señorial que nos trasladan a un ambiente aristocrático de finales del XIX. Si os acercáis a Sarrià y os atrevéis a descubrir lo que queda detrás de la antigua mansión de los Sentmenat alucinaréis. Un bosque inmenso con mucho desnivel que os llevará directos al paseo de las Aigües. Probadlo, dejaos la piel y, después, descansad con Barcelona a vuestros pies.

Quien dice natación dice mojarse los pies, pero cuando llega el calor es el atractivo del parque: un gran lago en el que bañaros. ¡Viva! Además, después de poner los pies dentro del agua ya podréis explicarles a vuestros nietos que os habéis bañado bajo la sombra de una escultura de Eduardo Chillida. El lago tiene 60 cm de profundidad, así que posiblemente sólo os remojaréis de rodillas para abajo pero llevad a los niños. Se lo pasarán pipa y os costará poquito dinero. Eso sí, el baño sólo está permitido en verano.

Antes de lanzaros de cabeza a la hípica lo mejor es hacer un primer contacto con un poni. ¿Dónde? ¡En el parque de l’Oreneta! Es uno de los espacios más mágicos de Sarrià. Que si el castillo, las subidas, las bajadas, la abundante vegetación que te hace sentir dentro de un bosque o el trenecillo que hace un recorrido de 600 metros. Y sí, también, un Poni Club Barcelona donde os enseñarán cómo cuidar un animal que es de los más tiernos del universo.

Toca hacer brazos pero con calma, ¡no sufráis! En la Ciutadella (Ciutat Vella) se puede hacer de todo: yoga, correr, ir en bici, bailar swing, zumba… pero también coger una barquita y dar una vuelta por el lago más famoso de Barcelona. Necesitaréis ser dos y tener, al menos, 30 minutos para entreteneros paseando por el estanque y remando sin prisa pero sin pausa. Sí, el agua tiene ese tono verde oscuro que tira un poco para atrás pero si no os pasáis de listos es casi imposible que caigáis de la barca.

No es bien bien un deporte pero si sois un poco desastres os puede llevar un buen rato salir del laberinto. Acabaréis cansadísimos y con agujetas pero probadlo. Si dudáis de vuestra capacidad de orientación… haced trampas y subid por las escaleras que quedan justo delante y memorizad el camino de salida. Las piernas os lo agradecerán.

¿Queréis un entrenamiento intenso y con el que trabajar todo el cuerpo? Los ejercicios funcionales están de moda y si todavía no los habéis probado ya va siendo hora. En meet up buscad el grupo ‘Atleta Urbano Bcn’ y os enteraréis de todos los encuentros que organizan en el parque que está al lado de la Mar Bella (Sant Martí). Podréis entrenar al aire libre, en grupo y por sólo 5 € la sesión. Y, al lado, la playa y un skatepark. ¡Alegría, alegría!