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Sempre han tingut bec les oques, Joaquim Miret i Sans
Sempre han tingut bec les oques, Joaquim Miret i Sans

Sempre han tingut bec les oques

Joaquim Miret i Sans

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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SEMPRE HAN TINGUT BEC LES OQUES
Joaquim Miret i Sans
Adesiara
176 pág. 17 €

'Sempre han tingut bec les oques' es una obra de un positivismo lúbrico. Su autor, Joaquim Miret i Sans, fue un historiador bien considerado tanto aquí como en Francia, y un personaje clave en la construcción de un país normalizado -entre otros, contribuyó a la creación del IEC-. Fundamentó su prestigio en el estudio de la edad media catalana, tentador reto para un positivista como él. Publicó diversos estudios de una meticulosidad turbadora, sobre temas ultra específicos ('El procés de les hòsties contra el jueus d'Osca en 1377', por ejemplo); pero ninguno despertó las sonrisas de los intelectuales del momento como esta obra que Gaziel define como un panfleto cáustico y de "título mofeta". Se acerca a la sociedad medieval a través de los procesos judiciales relacionados con una vida privada que incluía estupre de chicas, prostitución infantil, faunas con título nobiliario, monjes nada castos, incestos... Si alguien tuviera ganas, podría defender la elección de este tema con los argumentos historiográficos con los que el autor construye el prólogo, y todavía podría relacionarlo con otros positivistas (más o menos camuflados, pero positivistas) que se han fijado en el sexo: Freud, Foucault, los post pornográficos... Pero después de leer las idas y venidas de estas ocas medievales, no entran ganas tanto de hablar de historia o filosofía, como de sexo... Y es que bajo la apariencia de un historiador respetable y moralmente consciente, Miret i Sans se muestra como lo que también fue: un soltero recalcitrante, un amante de los prostíbulos (él los llamaba 'quilombos') y un positivista lúbrico.

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