Terrazas con vistas en Barcelona

En la Barceloneta, en la planta cuarta del Museu d’Història de Catalunya, encontramos un terrado que no necesita demasiada altura para ofrecer una de las mejores vistas de la ciudad. El restaurante lleva el nombre del año en el que, inspirándose en las construcciones portuarias inglesas, se proyectó el edificio del Museo, 1881. Es del grupo Sagardi y su cocina es con productos locales y mediterránea. No podía ser menos, ya que el espacio está presidido por la vista del puerto de Barcelona y con Montjuïc en el horizonte.

Uno de los edificios más antiguos de la ciudad y uno de los lugares más emblemáticos del distrito, el Mas Guinardó domina el barrio desde su altura. Esta situación privilegiada hizo que sirviera de atalaya durante los sitios sufridos por la ciudad en los siglos XVII y XVIII. En la actualidad y después de haber sido rehabilitado, ahora funciona como el 'casal' de entidades del barrio. En la parte de detrás de esta antigua masía, hay una terraza con bar que proporciona una vista maravillosa de la ciudad, que, con un poco de suerte, podrás disfrutar con una actuación musical en directo.

Uno de los hoteles más céntricos de Barcelona, el DO de la plaza Reial abre su terrado durante los meses de verano. De junio a mediados de octubre, en su cuarta y última planta, ofrece un menú reducido con algunas de las tapas que tiene en el restaurante de la terraza, así como un montón de cócteles. El espacio es de lo más agradable, ya que tiene vista a los terrados del Gòtic y permite espiar desde las alturas la vida de la plaza, con la fuente de las Tres Gracias. Seguro que has estado cientos de veces en la plaza Reial pero nunca la habías visto desde esta perspectiva.

La oferta de terrados en hoteles de Barcelona es muy generosa, y en la lista de espacios ineludibles no puede faltar el del hotel Pullman Barcelona Skipper. El terrado, que hace las funciones de piscina y solarium del hotel, los barceloneses lo podemos visitar para disfrutar de una carta de tapas, bocadillos y bebidas mientras nos embobamos con la vista puesta en el Puerto Olímpico, el mar y una de las esculturas más emblemáticas del paisaje marítimo barcelonés, el 'pececito' dorado de Frank Gehry.

La terraza del Gallery quizá no tiene la mejor vista, pero sí que destaca por su animada oferta de restaurante. La carta incluye cócteles y un menú de vermut para dos personas por 18 euros. Pero lo mejor es que la piscina no es exclusiva para los huéspedes del hotel: con el menú chapuzón podréis picar algo y remojaros en las alturas. Eso sí, ¡tened cuidado con el corte de digestión!

Aquí no esperes encontrar cócteles sofisticados ni vinos con DO. En este parque de piscina enorme presidido por una escultura de Chillida, hay un chiringuito que hará las delicias de los sudorosos estivales. En la sombra, con una buena caña, un buen libro y unas patatas chips, seréis unos 'working class heroes' de domingo cada día de calor del año. Es el escondite perfecto: el pesado de tu ex no te encontrará nunca. Por cierto, las vistas son de postal.

Hace un par de años, algunos vecinos de Sarrià se agruparon para preservar el parque del Castell de l’Oreneta y detener un proyecto de urbanización. La iniciativa del barrio tenía toda la razón de ser: el parque es uno de los espacios privilegiados de Sarrià. Allí, prácticamente en medio de la naturaleza, encontramos el Bellavista- Mirador Forestal, un chiringuito con una espléndida panorámica de Barcelona y del Prat y con menús para toda la familia.

Uno de los hoteles de la ciudad que ha otorgado más vida a su terrado es el Pulitzer, que desde mayo hasta septiembre ocupa algunas tardes con una exhaustiva oferta musical que incluye sesiones de DJ y conciertos, acompañados de bebida y comida. A partir de octubre, la sexta planta del Pulitzer no cierra sino que se reinventa abriendo a mediodía. Con el frío, los sábados y domingos, la terraza abre con una combinación infalible de DJs, vermut y, si hace falta, una mantita.

El terrado del Cubik, situado en la octava planta del hotel, no solo permite disfrutar de una impresionante vista panorámica alrededor de su piscina sino que la oferta gastronómica del Atik incluye tapas y cócteles que se pueden alargar hasta poco más de la medianoche. Creerás que estás en el paraíso: ¡Ciutat Vella es tan bonita desde aquí arriba!

La localización de Los Corderos hace que su vista sea una de las más espectaculares de Barcelona. Situado en Nou Barris, cerca del castillo de Torre Baró, El Mirador de Barcelona permite disfrutar de una panorámica de la ciudad tanto desde el exterior como desde el interior del restaurante. La carta gira sobre todo alrededor de una serie de menús en los que se incluye carne a la brasa y calçots cuando es temporada. También es un buen sitio para ir en grupo.