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Gelateria di Michele
Foto: Maria DiasGelateria di Michele

Las mejores heladerías de Barcelona

Los mejores helados de Barcelona en todas sus variantes: artesanos, italianos, de autor, singulares, japoneses ...

Ricard Martín
Escrito por
Ricard Martín
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El calentamiento global –llamadle cambio climático, si os hace sentir mejor– hace que las olas de calor nos caigan encima con alevosía y virulencia. Y llega la pregunta de oro: ¿hay una buena heladería, cerca de casa? Barcelona no es Florencia, de acuerdo –y no nos engañemos, no comemos helado todo el año– pero sí que disponemos de todo tipo de buenas heladerías, algunas de ellas entre las mejores de Europa. Contra el soponcio, un buen helado. Eso sí, la otra mejor manera de combatir tu calentamiento global es sentarse en buena compañía a tomar unas cañas y tapas espectaculares. Otra opción, el terraceo en las terrazas más bonitas de Barcelona.

NO TE LO PIERDAS: Y si ya tienes un buen helado en la mano, disfrútalo en esta preciosa ruta de zonas de sombra para esquivar el calor

  • Restaurantes
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  • Vila de Gràcia
  • precio 1 de 4

Los chicos de Parallelo (Matteo, Marco, Francesco) -que dejaron San Remo porque "era aburrida, sólo hay canción ligera" - aplican una ética artesana impecable a sus helados. "Somos artesanos en el sentido estricto y tradicional de la palabra, no nos llega ni usamos ningún producto acabado. Nada de pasta de avellanas procesadas: las tostamos nosotros mismos y hacemos la pasta". Artesanía y proximidad: con el cuidado que ponen, usan el mejor producto local que tengan a mano. Las avellanas, de Reus, el pistacho, de Lleida.

Y la tercera pata que va con artesanía y proximidad es temporalidad, claro: hacen helados que reproducen las sensaciones de cada estación. Y prestan mucha atención al km 0: su sorbete de pera de Lleida es una delicia. No menos alucinante es su helado de alubia del Ganxet: inspirado en el helado japonés de azuki, es cien por cien vegano, y recomiendan que lo combines con chocolate negro.

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  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample

Delacrem es una heladería artesana con una filosofía muy propia: trabajan cada uno de sus helados siguiendo las estrictas normas artesanales. Sus pilares fundamentales son la producción diaria y la meticulosa selección de ingredientes para garantizaros la máxima calidad del producto final. En definitiva, una total pasión por aquello hecho a mano, poco a poco y con estima. Cada vez que pruebas sus especialidades, el puñetazo de placer de encontrarse el sabor puro hecho helado te golpea. ¡Este hombre es capaz de hacer un helado de coca de San Juan!

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  • Restaurantes
  • Heladerías
  • L'Antiga Esquerra de l'Eixample
  • precio 1 de 4

Takashi Ochiai es uno de los grandes pasteleros de Barcelona y ahora apunta también al helado. Con la ayuda de Andrea de Bellis, artesano italiano, ha desarrollado una heladería italiana tradicional con toques japoneses. Para quitar el hipo: viaje en cremosidad delirante a Asia con sorbetes de y helados de sabores como cereza y 'umeboshi' (¡la ciruela encurtida del Suprunaman de Arale!). Kurimu, así se llama la heladería, significa cremoso en japonés, y nació por una idea de la hija de Ochiai, Yuri. Siguen la misma filosofía de producto de calidad y km 0 de la pastelería -leche fresca, el wasabi del helado de yogur con wasabi se hace con ingredientes de proximidad! - y encontraréis sabores tan placenteras como el sorbete de fresa, lima y 'yuzu 'o el de chocolate y jengibre. Atreveos con el helado de sésamo negro, delicioso, o pedid un 'tayaki', un simpático pescadito de hojaldre, que vendría a ser el cucurucho japonés, pero mucho mejor que el indigesto barquillo. Kurimu abre temporada el 25 de abril. 

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  • Dreta de l'Eixample

Segundo establecimiento de Delacrem y nueva aventura de Massimo Pignata, que abrió la heladería en la calle Enric Granados en 2010. Se llama Obrador Delacrem, gana metros para la elaboración de helados y la experimentación y hace visible parte de los procesos de producción. Aquí Massimo y su equipo exploran los sabores clásicos -trabajan con fruta de temporada y por lo tanto cambian periódicamente los helados- pero también desarrollan receptas nuevas, como el de crema de anacardo vegana, el de albaricoque y anacardo, y el de albaricoque asado con romero, las primeras nuevas incorporaciones de la carta. "Aquí tenemos más juego: una plancha, un horno para tostar frutos secos, espacio también para el libre de gluten... entiendo el Obrador como el centro para futuros desarrollos, como un laboratorio donde conceptualizar y crear nuevas ideas", explica el heladero. El Obrador Delacrem ofrece helados, cafetería básica y, la novedad de temporada, horchata. Otro producto que no faltará, marca de la casa, es el 'affogato': una bola de helado dentro de una taza de café con leche ahogada por un 'espresso'. 

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  • Tiendas gourmet
  • El Poble-sec
  • precio 1 de 4

Los barceloneses de piedra picada recordarán los bocadillos del Bar Pichi, buenísimos e ideales para recuperar fuerzas en Poble-sec después de un concierto. Y este comercio vuelve al barrio con una nueva encarnación: Manel Garcia Arias, sobrino de los propietarios del antiguo Bar Pichi, lo reabrió en el 2022 como una heladería. Le asesora Aitana, una amiga pastelera.

El local es pequeño, pero tiene espacio suficiente para preparar los helados allí mismo y también está renovado de arriba abajo con madera oscura y un color azul cielo que recuerda un cielo despejado de verano. Ahora bien, la joya de la corona de la decoración de la Heladería Pichi son los mosaicos de vidrieras que ha hecho a mano el maestro vitralero Joan Serra, de Sabadell. "Cuando entra, si levanta la cabeza y mira arriba, verá un mosaico que representa todo lo que he vivido en el Poble Sec desde que nací", explica Manel.

Siempre es una alegría ver negocios de barrio regentados por vecinos de toda su vida enfocados a la clientela local. Y lo ha conseguido, porque todos los días muchos barceloneses hacen parada obligada a Pichi para probar sus helados artesanales, todos buenísimos –con mención especial por el de pistachos de Sicilia con un toque de sal– y casi todos de uno o dos sabores como en mucho. Manel Garcia tiene claro que por mucho que la clave de todo ello está en la sencillez: "Fácil: si el producto es bueno, el helado sale bien".

  • Restaurantes
  • Heladerías
  • El Gòtic
  • precio 1 de 4

"Cuando ves que una heladería tiene más de 25 sabores y dice que es artesana, desconfía de el sitio. No tienen tiempo de hacerlos ". Alessadro Gaetano, socio de Oggi (Officina Gelato Gusto Italiano), es tajante en este aspecto. En 2016 abrió su primer local fuera de Italia, y se enorgullece de hacerlo todo desde cero: ningún tipo de pasta ni preparado. "La materia prima del helado es lo que marca la calidad. Hacemos el helado de pistacho con pistacho siciliano y ya está. El helado industrial es aire, azúcar y colorante ". Los pruebo y me lo creo: sabores refrescantes como el de hinojo salvaje, menta y albahaca -un clásico siciliano- colorean el paladar en alta definición. Como buen argentino, el Papa de ahora entiende de helados: Oggi son proveedores oficiales de los saraos de la Santa Sede.

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Gelaaati di Marco
  • Restaurantes
  • El Gòtic
Posiblemente una de las mejores heladerías italianas de la ciudad. Ofrecen una gran variedad de sabores, y todos sus productos, incluidos los canolis sicilianos (3 euros la pieza) están elaborados con ingredientes naturales, sin colorantes ni conservantes. Vaya, el paraíso de los amantes de los dulces saludables. Viva l'Italia!
  • Restaurantes
  • Heladerías
  • Sant Antoni

En el neón del local pone 1984, pero el local abrió en 2012. La vida heladera de Roberta Bernasconi, de la Lombardía, tiene tela. Su padre abrió su Gelatomania en Milán en 1984, cuando él ya tenía 58. Y cuando el hijo de la Roberta fue a estudiar a Barcelona, ella -que había estudiado cine pero vivía en Gran Canaria haciendo helados- lo acompañó. Peripecias aparte, los helados son fantásticos, sean los sabores clásicos -hasta 25 de diferentes- o inventos que dosifica a cuentagotas, como el de crema de mascarpone con manzana. Sin querer ser pretenciosa, afirma poseer "la clave de un buen helado: buen producto y el equilibrio entre grasa, azúcar y aire". Tiene el obrador a la vista, y es generosa; dos bolas artesanas a 3 euros. No escatima "en el ingrediente más caro de un helado en Barcelona: la electricidad!".

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  • Tiendas
  • Fort Pienc

Lo único malo de la Gelateria di Michele es que todos los sabores tienen tan buena pinta que es casi imposible escoger uno. Te podrías quedar plantado ante el escaparate cinco minutos y no decidirte (a mí me pasó). Quizá por eso en Michele te recomienda siempre que combines varios sabores en tarrina o cucurucho. Y una vez con el helado en la mano, te das cuenta que el tiempo de deliberación ha valido la pena. La Gelateria di Michele  -lugar pequeño, entras y sales- ofrece helados caseros y naturales que evitan la gran trampa en la que caen demasiadas heladerías, los sabores demasiado dulces. La elección es pequeña, no te sentirás agobiado por docenas de sabores, pero eso está bien.

Los helados son lo bastante sabrosos como para no tener que ofrecer mil opciones. ¿Y cómo los combino? Oreo y café juntos forman un sabor único, lo pedirás cada vez que vuelvas. Chocolate y ment son excepcionales, también, y si quieres algo especial de verdad, prueba el de melocotón. Entra y déjate recomendar. Y luego pasea el cono y toda tu indolencia hasta el Arco de Triunfo.

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  • Heladerías
  • Dreta de l'Eixample

Si paseas por el centro de Barcelona y te parece ver una estación espacial con astronautas dentro, no te has vuelto loco: estás delante de la nueva tienda de Lucciano's, una de las grandes heladerías de Argentina, que ha abierto su primer local en Barcelona. En Rambla Catalunya con Gran Via, la tienda tiene el subtítulo de 'Gelatto Station Barcelona' y recrea el diseño, la luz y el ambiente de una estación espacial. Desde la dirección, nos explican que este modelo de tienda es único y exclusivo de Barcelona: "En Barcelona hay pocos puestos de helados amplios que posibiliten que la gente se siente y se quede mucho rato. Y para que esto ocurra, queríamos algo muy especial".

En Barcelona están triunfando los sabores de marcada identidad argentina: como un helado de almíbar de leche con almíbar de leche que es lujuria pura, y los distintos sabores de chocolate –sobre todo el helado de chocolate amargo de origen belga al 72%–, que se pueden combinar con avellanas o dulce de leche. También tienen una oferta muy amplia de 'ice pops' –los polos de toda la vida, aquí en formato de alta calidad. Y si opta por helado de cono, tiene premio: ¡un cucurucho de tres bolas con cobertura de chocolate y pistachos!

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  • Heladerías
  • Dreta de l'Eixample

Siempre es noticia que abra una buena heladería en Barcelona. Y más si es un sucursal de Badiani, un gigante del helado artesano con origen en Florencia (que sería como decir que en Barcelona abre una pizzería napolitana de Nápoles). Badiani, abierta en Florencia en 1932, hoy se mantiene como uno de los lugares a visitar en la patria del helado, y también es uno de los principales productores y distribuidores de helado artesano en Reino Unido.

Puedes probar el helado que les ha dado fama mundial: el icónico helado Buontalenti, un helado de crema con mucha historia. Para agasajar el cortejo del Rey de España, en 1569 el arquitecto Bernardo Buontalenti se sacó de la manga un postre innovador: una crema helada a la que había añadido una especie poco extendida: ¡el azúcar! A finales de los años sesenta del siglo pasado se convocó un concurso de helados en Florencia para conmemorar la figura de Buontalenti: lo ganó Badiani con el Buontalenti, un helado de crema que solo lleva leche, azúcar y huevos. Parece sencillo, pero la fórmula es un secreto muchas veces imitado y tiene un sabor y textura de alta definición. Y también encontrarás el helado que dedican a Barcelona: hecho con chocolate blanco con cúrcuma y ripple de frambuesa, además de leche, huevos y bebida de soja.

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  • El Raval

¿Recordáis los helados de máquina? Los 'soft ice-cream', que los llaman. Despreciados como helados de mala calidad, pero que avivan un recuerdo inseparable de los veranos infantiles. Los hermanos Roca han fundado Rocambolesc –helados inspirados en los postres del Celler de Can Roca–, en la que expenden un helado de máquina de calidad excelente.El helado no se hace y se archiva en los 'pozetti', sino que cada vez que se pulsa la palanca de una máquina propia –esta gente desarrolló el Roner– el helado se fabrica al instante a partir de una base artesana y con formas divertidas, como el dedo de Colón. El resultado es un sorbete cremoso y un helado lleno de matices y menos frío, sin el choque gélido en tu dentadura. Tienen seis gustos con guarniciones: a mí me ha flipado el de manzana al horno con manzana caramelizada. Y los panecillos calientes, sellados y rellenos de helado, son para morirse de gusto.

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  • Heladerías
  • El Poblenou

Irene Iborra, quinta generación de la horchatería Tío Ché, está al frente de Mamá Heladera, donde "hacen helados a partir de mis recuerdos y los recuerdos que nos han contado nuestros vecinos", explica. Estudiando en la escuela Hofmann, prestó mucha atención a las explicaciones sobre neurogastronomía de Montse Saperas: como la percepción del sabor afecta a la cognición y la memoria.

Y tirando del hilo de los recuerdos, logran resultados abracadabrantes. Por ejemplo: ¡helado de recuerdo de jugar con plastilina! Hecho de coco con almendra amarga y un poco de sal, tan abracadabrante como el helado-recuerdo "Rebañar la olla de bechamel": con nuez moscada, pimienta, sal y mantequilla (y que a los locos de pasarnos con la nuez moscada haciendo bechamel nos encanta).

Gocce di Latte
  • Restaurantes
  • Heladerías
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • precio 1 de 4

Gocce di Latte es un ejemplo más del insultante dominio que ejerce la heladería italiana en nuestra ciudad (bueno, insultante no: este es un lugar amable de procesos artesanales que os permite ver tras un cristal las máquinas de hacer helados y pasteles).Mateo y Rita abrieron este establecimiento en 2012 y a la excelencia italiana ellos aportan un repertorio de sabores original y acertado: cúrcuma, mandarina y romero, o cardamomo y dátiles, por ejemplo. Exploradores ¡este año la novedad de la temporada es un helado de remolacha! Tan precisas son sus creaciones que un bárman de hotel de cinco estrellas les confesó que se inspiraba en sus helados para combinar sabores.

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  • Heladerías
  • precio 2 de 4

Natalia Ramírez, la propietaria y heladera jefa de Selvática, es colombiana. Y esto se nota en la elección de sabores tropicales, como por ejemplo un sorbete de aguacate con lima, o una muy acertada combinación de coco, piña y albahaca.

Ahora bien, Ramírez tiene una formación de cocina y pastelería de lo más sólida: con
estudios en la Carpigiani Gelato University -¡el primer centro de estudios superiores dedicado al helado! - y en l'Espai Sucre de Barcelona, en Selvática ha establecido una cafetería de especialidad-tienda-obrador en la que los helados van directos del obrador al cliente, y se elaboran con productos de temporada.

Tienen una atención especial hacia el vegano, con helados de vainilla vegana, por ejemplo, o el ya mentado de coco, pero también despachan creaciones que son pura fiesta mayor latina: como un helado de ¡dulce de leche, plátano y brownie! Como dice ella, "la buena vida y los buenos postres empiezan con un buen helado".

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  • Pastelerías
  • La Nova Esquerra de l'Eixample

Esta escuela de pastelería con degustación combina la creatividad y capacidad docente del chef Eric Ortuño -quien había sido chef pastelero de la escuela Hofmann-, con la visión empresarial de la también chef Ximena Pastor, ex-jefa de pastelería de Albert Adrià. Y esta temporada veraniega lanzan una nueva gama de helados y granizados que remiten a sabores latinoamericanos, pero con una vuelta de tuerca. Como, por ejemplo, un sorbete de mango y fruta de la pasión (con la opción de adornar a la mexicana, con sal miguelito y chamoy, una salsa típica de México). El resultado: una explosión cromática y gustativa que funde en el paladar lo dulce y lo salado, placentera total.

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  • Dreta de l'Eixample
  • precio 1 de 4

Elisabeth Veciano es el alma y propietaria de La Glace, una heladería multiuso encajonada en una encantadora esquina de Paseo de San Juan. Ella dice que esto es como el film de 'Smoke', donde desde un estanco Harvey Keitel veía pasar historias humanas, y es cierto: la esquina es privilegiada, y ella tiene un pequeño arsenal de comida buena y apetecible para hacer la vida más agradable al ocasional.

Domina la escena un expositor de helados sabores clásicos que compra a un artesano de calidad: chocolate, vainilla, avellana, café, pistacho, coco, por la parte del helado, y sorbetes de frambuesa, limón, mango o maracuyá. También hay empanadas estilo argentino que sí cocina ella: carne picante, espinacas y mozzarella o caprese, las de toda la vida. Su filosofía es construir un Tetris esquinero de cosas buenas para cada momento y época, sea horchata, pasteles, café o granizados.

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