¿Se puede comer en el restaurante de un hotel de cinco estrellas de una zona turística y no arruinarse? Gracias a José Sánchez, el chef ejecutivo del Tendiez del Pullman Skipper, sí. Al mediodía ofrece un menú semanal por 19,50 €: recetas autóctonas y alguna foránea hechas con ingredientes de temporada y km 0.
Empezamos con el gazpacho de tomate y fresa y la coca con puré de cebolla, tomate seco, queso de cabra y lechuga. Correctos y bien ejecutados pero sin tirar cohetes. Los platos principales nos emocionan más; arroz al horno con bacalao, alcachofas y alioli de membrillo, y 'fish and chips'. El sofrito del primero es fuerte pero queda bien atado con la suavidad de la fruta. El rebozado del pescado del segundo, muy próximo a la tempura, nos encanta. El postre, pastelito de limón y merengue y sorbete de limón, no decepcionan.
Los vinos del menú son Torres, una opción poco original teniendo en cuenta la vinoteca. Las raciones están pensadas para evitar la somnolencia en la oficina y en el Park Güell, ya que la clientela se resume en dos categorías: gente de negocios y huéspedes-turistas. El espacio está diseñado al milímetro; techos altos, iluminación dorada, mosaicos azules, cocina abierta, vinoteca, barra de coctelería clásica y terraza amplia.
El servicio se merece un 'ten' y un diez.