Tingana

Se trata de un espacio informal con aire de taberna y un toque circense donde sirven buena comida a precios muy interesantes. Apuesta por una carta viva, en constante evolución, basada en una cocina de mercado donde el producto fresco y de proximidad es el principal protagonista. Y encontraréis tapas y medias raciones para compartir y acompañar con una cerveza fresca o un buen vino. Una de las peculiaridades de este local es que muchos de los platos los acaban de rematar en la mesa, desde flameados hasta tártars.

Destaca el clandestino de Pedrito, una mezcla de secreto ibérico, ternera, shiitake, espárragos trigueros y salsa teriyaki, todo envuelto en una masa de Filloa, típicamente gallega; o el tingana de salmón, que consta de una base de arroz de sushi y un lomo de salmón, vuelta y vuelta, con salsa teriyaki por encima. El risotto también es uno de los imprescindibles: lo hacen de parmesano de 24 meses y lo acaban de rematar dentro de un parmesano gigante en la mesa. Otro de los platos estrella es el cebiche con sus múltiples variantes: salvaje con leche de coco o costeño de gambas sobre plátano frito.

Al organizar una cena de grupo de más de seis personas, podréis disfrutar de un 'showcooking' donde no faltarán el risotto de parmesano, el bistec tártaro y las bravas flameadas. También podréis degustar las sugerencias del chef, el menú sorpresa o la opción 'sin pensar'.