De Frédéric Sonntag (traducción de Carles Batlle). Dir: Toni Casares. Con: Sara Espígul, Borja Espinosa, Francesc Ferrer, Jordi Figueras, Sandra Monclús.
Es cierto que en los tiempos que vivimos diferenciar la realidad de la ficción, lo que se produce de una manera natural y lógica de lo que está planificado por oscuros poderes es casi imposible. Mentiras gubernamentales, espionaje, invasión de países... elegid lo que queráis. El modo de funcionar de Lenin está más presente que nunca porque incluso las revoluciones pueden estar planificadas. El autor francés Frédéric Sonntag (Nancy, 1978) ha construido en ‘George Kaplan’, que también podría titularse ‘El gran engaño’, un interesante y punzante retrato del mundo en una ficción comediográfica que tiene muchos contactos con la realidad y que nos lleva a dudar sobre qué sabemos realmente de lo que pasa.
El desarrollo de los medios tecnológicos y el atrevimiento de unos cuantos hombres honrados ha hecho que se descubrieran engaños orquestados por estados, antes y ahora. El caso del ex agente de la CIA Snowden es paradigmático y da un aire de actualidad, si la necesitaba, a esta obra de contenido político pero que no predica ninguna tesis y que teatralmente resulta divertida gracias a las excelentes interpretaciones de todo el reparto y una precisa y virtuosa dirección de Toni Casares.
¿Quién es Kaplan? Sí, es Cary Grant, a quien confunden con el espía inventado por los servicios secretos en ‘Con la muerte en los talones’ de Alfred Hitchcock. Pero también puede ser un arma de destrucción. Un mito. Sonntag levanta una broma muy seria en tres actos. Comienza por la confusión que vivimos a través de un relato sobre el significado de las palabras y los procesos en torno a un grupo de acción que se quiere reproducir como un virus. Sigue, cuestionando la historia oficial, ficción-realidad, con unos guionistas de cine. Imaginan historias de películas bélicas, de espionaje con Kaplan de por medio... Y termina con la revelación, ficción o realidad, sobre los que deciden qué pasa, qué tiene que pasar, qué quieren que pase en el mundo, la yema del huevo de un poder inalcanzable que puede hacer lo que le dé la gana.
El autor analiza el cuadro geoestratégico en el que nos dicen que vivimos sin pretensión pedagógica. Es un retrato crudo, expresado con gracia, ritmo. Un toque de atención. Un sencillo espacio escénico. Buenas y adecuadas las proyecciones, el espacio sonoro y el trabajo de los actores, de Sara Espígul, Sandra Monclús, Borja Espinosa, Francesc Ferrer y Jordi Figueras. Un teatro comprometido, sin dogmatismo para quien quiera ser consciente de cómo nos pueden engañar. Qué cojones. ¡De cómo nos engañan!