Janis Joplin, James Dean, Jimmy Hendrix o Kurt Cobain murieron antes de llegar a los 30 años, pero sus vidas fueron intensas como para generar un aluvión de literatura de todo tipo. Las vidas de los siete hombres y mujeres que se reúnen en una discoteca para celebrar que han alcanzado los 30 años ha sido mucho más convencional, previsible e insípida, pero suficiente para que la autora, directora y actriz Lara Díez escribiera una superficial comedia generacional.
Un grupo ciertamente privilegiado proveniente de una clase acomodada en el que quien más quien menos está posicionado socialmente. Sus grandes problemas, los traumas de una década, han sido el rechazo a un casting para televisión, una aventura extramatrimonial o una falta ética relacionada también con el sexo y que conoceremos gracias a unas magdalenas psicotrópicas. En la puesta en escena destaca la compenetración de los intérpretes y una notable dirección suficientemente eficaz para garantizar un rato entretenido, sobre todo a un público joven.