Un veterano y famoso actor se ha quedado dormido en su camerino después de una gala de homenaje. Todo el mundo se ha ido y él está solo y encerrado en el teatro. En este Vassili Vassiliev hay algo del mayordomo Firs de la última obra de Anton Chéjov, 'El jardín de los cerezos', quien asimismo permanece encerrado cuando, vendida la finca, todos se han ido. Es posible que Carles Alfaro se haya inspirado en esta escena para levantar una comedia en torno a algunos de los cuentos más conocidos del cuentista (escribió más de 200), cartas y otros materiales literarios. Una comedia llena de humor que gira en torno a dos temas, el teatro y el amor. Y de la soledad, claro, de cuando la vida se acaba y entre las manos no queda más que lo efímero.
Vassili es en este sentido un personaje tragicòmicament chejoviano con algo de la amargura del tío Vania y la pasión por el teatro del joven Konstantin de 'La gaviota'. Un actor, que odia al público, sorprendido por tres fantasmas femeninos del teatro que le empujan a recuperar algunos de aquellos viejos éxitos.
'L'últim acte' es a la vez un homenaje a un Chéjov más desconocido a través de textos humorísticos y un espléndido instrumento para que Francesc Orella disfrute y haga disfrutar a los espectadores con su creación del pobre hombre ahogado por la tiránica mujer de 'Los daños del tabaco', o con el enérgico labrador Smirnov de 'El oso', que va a cobrar una deuda y cae rendido ante la fortaleza y belleza de una viuda fantásticamente interpretada por Cristina Plazas. Ella, Nina (excelente) y Barbara Granados, en un papel claramente clownesco que apacigua la inexperiencia, son los tres corifeos de un espectáculo con una dramaturgia muy elemental pero bien cosida que mezcla la oscuridad del alma desilusionada con la luminosidad de la comedia desinhibida.
Dirección: Carles Alfaro. Basado en textos de Anton Chéjov. Con: Francesc Orella, Nina, Cristina Plazas y Bárbara Granados.