El teatro del austriaco Ewald Palmetshofer plantea situaciones cotidianas con un lenguaje dramático complejo. 'Viure sota vidre' es el reencuentro de tres amigos (dos mujeres y un hombre) que han llegado a los 30 sin saber qué hacer con los recuerdos que les unen. Un pasado en el que compartieron ideales, ilusiones, casa y cama.
Todo estaba por hacer y las primeras heridas no parecía que dejarían cicatriz. Luego los cruces del camino los separó, y las cicatrices no desaparecieron. Sarah Bernardy ha sabido cómo modular el aire de una obra que deja mucha libertad al director para que ponga los acentos sobre el drama o la comedia, donde mejor le convenga. Su combinación es interesante, buscando el equilibrio entre los diferentes ritmos y tonos que introduce el autor, desde el más antinatural –casi de ensayo poético– al más naturalista.